Celeste es una chica que desde los 15 años tuvo que aprender a defenderse sola, ella ha tenido una vida dura, es hermosa, inteligente y fuerte, vive sola y tiene una mejor amiga que ha estado en todo con ella, ayudándola y apoyándola. Su nombre repr...
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Conociendo un poco mas
Dejamos el auto en el estacionamiento de mi edificio, y ambas partimos a el dichoso lugar de las carreras, montadas en mi motocicleta, Ariana se sostiene de la parrilla todo el camino.
Al llegar, como lo sospechaba hay bastante gente, fumando, vendiendo y consumiendo droga, bebiendo alcohol y besándose con mujeres extravagantes y operadas. Ariana baja, y le pido quitarse el casco mientras yo hago lo mismo, estaciono en un lugar donde pueda ver la motocicleta, y ambas pedimos una cerveza sellada, mientras le recalco al hombre que se cuando están alteradas.
Tomamos sin decir nada, mientras miramos al rededor, a toda la gente que esta presente. Siento como una hebra de cabello se escapa del gorro, y me apresuro a esconderla,
—¡Buenas noches a todos! —comienza a hablar un hombre con el megáfono en su mano— ¡Hoy tendremos tres tipos de carreras!.
La gente grita levantando sus vasos, brindando por esas carreras, mientras que Ariana y yo permanecemos serias.
—¡Comenzamos con la carrera de autos y acompañantes! —indica, mientras dicta las reglas he instrucciones para participar— ¡La segunda sera, carrera de siamesas!.
Ariana frunce el ceño, y le indicó seguir escuchando.
—¡Tres kilómetros, ida y vuelta, obligatoriamente debe ser en motocicleta, su acompañante deberá ir de espaldas a ustedes amarrados por un cinturón, al llegar al otro extremo, su pareja deberá soltar el cinturón a toda velocidad, recoger una de las banderas y volver, pero, esta vez no podrán usar el cinturón, y deberán buscar la forma de sostenerse sobre la moto, con una mano mientras muestran la bandera en alto con la otra, hasta llegar al punto final!.
Miro a la castaña, y esta de pronto se ha puesto pálida, estas carreras son muy peligrosas y con reglas de este tipo, no me extraña que se sorprenda.
—Te traje para que me acompañaras, no para que partícipes conmigo, si tu no quieres esta bien, esta clase de carreras son mortales —le susurro.
—Quiero hacerlo.
—¿Que? —pregunto sorprendida.
—Voy a participar.
—¿Hablas en serio? —vuelvo a preguntar.
—Totalmente —asiento, y vuelvo a mirar al frente.
—¡La ultima carrera de la noche sera para motociclistas solos! —anuncia el hombre— ¡5 Kilómetros, al llegar a la mitad del primer kilometro, deberán hacer el primer cambio, y se vendaran los ojos con esto —levanta un pañuelo azúl— y conducir el resto de ese kilometro con los ojos tapados, al llegar al segundo kilometro, se quitaran la venda y harán el famoso caballito con las ruedas delanteras!.
Ariana me mira, preguntandose si yo haré todo eso, a lo que solo le doy una sonrisa.
—¡Ese truco debe durar al menos 30 segundos, en la tercera marca, conducirán con una sola mano, en la cuarta marca pondrán toda la velocidad para llegar antes que los demás! —la gente grita como loca— ¡De regreso repetirán todo, veamos quien se lleva la victoria y quien se lleva una cita al hospital o a la morgue!.
