Celeste es una chica que desde los 15 años tuvo que aprender a defenderse sola, ella ha tenido una vida dura, es hermosa, inteligente y fuerte, vive sola y tiene una mejor amiga que ha estado en todo con ella, ayudándola y apoyándola. Su nombre repr...
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Pasado doloroso 5 años atrás
Me miro frente al espejo, las ojeras son casi imposibles de no ver, además del cabello completamente enmarañado. No tengo ánimos de nada, y mañana es el "gran día", me he pasado toda la tarde durmiendo, no tengo hambre, así que no he comido nada.
Abro las cortinas, para ver como la lluvia comienza a caer sobre el pasto del jardín, hace frío, pero eso es lo que menos me importa en éste momento. Me coloco una chaqueta, y cambio las pantuflas por unos deportivos. Bajo las escaleras de dos en dos, encontrando a Robert en el comedor hablando por teléfono.
El me ve, y yo lo ignoro, dirigiéndome a la puerta trasera, que da con el jardín. Avanzo por el camino empedrado, sintiendo las pequeñas gotas de la lluvia fría, que caen sobre mi cabeza. Me subo la capucha, y meto las manos en mis bolsillos, hasta llegar a mi árbol favorito.
Me siento en el suelo, y recuesto mi espalda en ese gran árbol. ¿Por qué es mi favorito? Simple, porque desde aquí no me pueden ver con facilidad, pero yo si puedo observar lo que hacen. Además, el árbol es alto y tiene muchas hojas, cosa que no me cae mucha lluvia.
De pronto recuerdo una canción, una que Bianca escuchaba mucho, y que incluso se pasaba bailando, jamás entendí porqué le gustaba, pero ahora mismo, siento que la letra fue echa para mi.
—Ella vive bajo la sombra de una chica solitaria, su voz es tan tranquila que no escuchas ni una palabra, ella siempre hablando pero no puede ser escuchada —siento como el nudo se forma en mi garganta, lo cual me alienta a seguir cantando en voz baja— lo puedes notar si captas sus ojos, se que ella es valiente, pero está atrapada en su interior, asustada de hablar pero no sabe porqué.
Mi voz se va quebrando poco a poco, y trato de conseguir el aire que me está faltando.
—ojala supiera en aquel entonces lo que se ahora, ojalá pudiera de alguna manera, retroceder el tiempo y tal vez, escuchar mi propio consejo —las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas— le diría que hable, le diría que grite, que hable un poco más fuerte, que esté un poco más orgullosa, le diría que es hermosa, maravillosa, todo lo que ella no ve.
No puedo más, y rompo en llanto, sin poder controlar los sollozos, la lluvia está más intensa, haciendo que mi cabello se pegue a mi rostro. Me abrazo las rodillas, y sigo llorando sin tapujos.
—Pequeña yo... Tienes mucho tiempo para actuar acorde a tu edad —dejo de cantar, y me concentro en llorar.
En sentir toda la tristeza, en lastimarme a mi misma con todos esos recuerdos, con todas esas cosas que no hice, y que tampoco podré hacer. Lloro de tristeza, de rabia, de decepción, de impotencia. Estoy totalmente empapada, recordando como fue que llegué aquí.
Recordando los días de calle, de hambre, de huir de borrachos, violadores, depravados. Reviviendo todas las noches en las que dormí en una acera, comiendo los desperdicios de alguien más, con mi maleta siempre en mano, cuidándola como a mi vida.
