Celeste es una chica que desde los 15 años tuvo que aprender a defenderse sola, ella ha tenido una vida dura, es hermosa, inteligente y fuerte, vive sola y tiene una mejor amiga que ha estado en todo con ella, ayudándola y apoyándola. Su nombre repr...
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Yin y Yang
Caín no volvió a clases después de la hora del almuerzo, no lo vi por ningún lado, y además, quería otro encuentro parecido al que tuvimos en el aula.
Si, esta vez fui yo la que se lanzo a sus labios, pero en mi defensa, había quedado con las ganas desde el beso en la terraza, además, sus labios son carnosos y provocativos. ¿Como resistirme? Siempre tengo lo que quiero, y el no es la excepción.
Escucho la clase, pensando en el beso, y mirando de vez en cuando al lugar donde lo arrinconé. Su expresión de asombro al verme vestida asi fue un poema, era obvio que no me había reconocido.
La campana suena, y todos salimos del aula. En la entrada del edificio me encuentro con Abel, que extiende una sonrisa al verme.
—Hola muñeca —me saluda y lo miro amenazante— perdón, Less, ¿Como estas?.
—Bien, ¿Y tu fotocopia? —se ríe negando y a su lado se encuentra Sirio.
—Yo bien, ¿Sabes porque mi copia salio prácticamente huyendo de la universidad? —me pregunta.
—¿Yo? No lo sé, ¿porque sabría?, el y yo no nos llevamos muy bien que digamos —mi voz inocente lo hace sonreír.
—Estoy seguro de que tu tienes algo que ver en su escapatoria —ladeo mi cabeza y niego— como sea, te sentó bien el cambio Less.
—¿De verdad?, yo prefería mis chaquetas anchas y mis jeans rasgados —hago un puchero burlón.
—Igual te verías fabulosa —y una vez mas, me demuestra que por muy gemelos que sean los Pattersón, son tan diferentes como el frío y el calor.
—Dime algo... —me mira esperando— ¿Cain nunca ha intentado matarte?.
Suelta una risa escandalosa, y junto a el Sirio. Los dos ríen hasta que incluso se les escapan algunas lágrimas, cuando al fin recuperan el aire me miran.
—¿Lees la biblia a menudo?.
—Responde —pido seria.
—No, los nombres si los caracterizan bastante —responde Sirio por el— pero Caín nunca lo ha intentado matar, al menos no por ahora.
Abel y Sirio comparten una mirada que no entiendo, y ambos se sonríen con complicidad.
—Gemelos, pero con como el yin y el yang —continua sirio— ¿Conoces la cultura?.
