CAPÍTULO 43

284 43 33
                                    

Mío y Mía

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Mío y Mía

Me despierto con el sol pegando directamente en mi rostro, cegandome y haciéndome imposible ver con claridad, el ardor en mis ojos es producto de la luz encandecsente que entra por la ventana de la habitación.

Froto mis ojos con las palmas de mis manos, aclarándome un poco la vista, he intentando averiguar porqué hay tanto calor en mi apartamento, si se supone que la calefacción está a una temperatura moderada.

Veo con más claridad, y no reconozco la habitación en la que estoy. El color de las paredes es marfil, y está demasiado iluminado para ser New York. Me levanto y camino hacia la ventana, mirando que estoy frente al mar, estoy en una playa.

Estoy en Miami, y me queda claro en cuanto recuerdo todo lo que pasó el día anterior. Paso las manos por mi cabello, y miro a mis pies, de pronto me veo a mi misma, y estoy completamente desnuda. Me volteo hacia la cama y veo la toalla que tenia puesta anoche.

Me la coloco, y veo una silla al lado de la cama, junto con una botella de tequila vacía. Frunzo el ceño confundida, no recuerdo haber bebido anoche, y menos haber movido esa silla hasta donde está, me parece extraño, pero supongo que después de todo lo que pasó me estoy volviendo loca.

Abro la puerta de la habitación, y asomo la cabeza mirando a cada lado del pasillo, dándome cuenta de que está completamente vacío. Salgo y bajo las escaleras de dos en dos, caminando de aquí para haya, pero no hay absolutamente nadie.

En la cocina hay bastante comida, como si no hace mucho hubieran echo compras, tomo una caja de cereales y vuelvo a subir las escaleras, mientras los cómo, como si fueran golosinas. Camino por el pasillo y comienzo a abrir puerta por puerta, revisando.

Cinco puertas después, encuentro a Caín dentro de la última habitación del pasillo, durmiendo. Lo miro por un rato, hasta que decido entrar y cerrar la puerta detrás de mi. Me siento en el sillón de una de las esquinas, y sólo escucho sus ronquidos y su suave respiración.

La habitación huele a alcohol, y no me extraña, si puedo ver al menos dos botellas de tequila desparramadas en el suelo. Trago saliva y suspiro, mientras veo su torso desnudo. Me echo hacia atrás en mi silla, y dejo la caja de cereal en el suelo.

Me levanto y abro el closet de la habitación, donde encuentro varias playeras. Escojo una negra y me la coloco, me llega hasta la mitad de los muslos, y apenas cubre mi trasero. Echo mi cabello a un lado y me volteo, mirando al hombre que está acostado en la cama, con los ojos cerrados mientras su pecho sube y baja lentamente.

¿Es posible que la persona que más problemas te causa, brinde tranquilidad con sólo verla? Cualquiera creería que no, y no estoy segura de si es bipolaridad, pero increíblemente, el solo verlo durmiendo, con esa tranquilidad, como si nada le preocupara, me causa una paz inexplicable, algo que no siento desde hace muchísimo tiempo.

RESERVADA~TMD: 1Kde žijí příběhy. Začni objevovat