Celeste es una chica que desde los 15 años tuvo que aprender a defenderse sola, ella ha tenido una vida dura, es hermosa, inteligente y fuerte, vive sola y tiene una mejor amiga que ha estado en todo con ella, ayudándola y apoyándola. Su nombre repr...
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Recuerdos y confesiones
Conduzco a toda velocidad por la carretera, siento adrenalina en mis venas, esa maldita mujer lo único que hace es joderme a mi, y joder a Bianca, definitivamente debería morirse, ¿Porque Dios le da hijos a las personas asi?. A veces pienso que a este ser "místico" y "omnipotente" no le interesa nada en lo absoluto.
Lo que serian 3 horas de viaje desde la playa hasta mi edificio, se convierten en una hora con cuarenta y cinco minutos. Las manos me tiemblan y no dejo de saltarme semáforos en rojo. Llego al edificio, y bajo del auto subiendo las escaleras, ya que el ascensor tarda mucho en llegar.
Abro la puerta de golpe, y entro buscando a Bianca, no veo nada, el apartamento esta tal y como lo deje, lanzo las llaves en una mesa y me quito la chaqueta.
—¿Bianca? —pregunto, y escucho una puerta abrirse, una cabeza se asoma por el pasillo, muy lentamente y tiene la mitad del rostro cubierto por su cabello.
—¿Celeste? —pregunta, y sus manos tocan la pared, enciendo la luz y ella sale por completo, tiene el rostro rojo, y los ojos empañados. Corre hasta mi y me abraza llorando sobre mi hombro, la rodeo con mis brazos y ella agarra mi camisa con fuerza.
Escucho sus sollozos desesperados, su cuerpo tiemblan y la abrazo con mas fuerza, sus piernas flaquean y la sostengo, mientras ambas quedamos arrodilladas en el suelo, se sienta sobre mis piernas sin soltarme, ni mirarme a los ojos, y me meso con ella sobre mi, no se cuanto tiempo pasa, en el que no deja de llorar.
—Ya... Ya yo no quiero vivir mas con ella... Celeste yo... —su voz se corta, y vuelve a llorar con mas fuerza, y me siento culpable, culpable y frustrada, solo apoyo mi barbilla sobre su cabeza, suspirando— esta vez... Esta vez no había nadie, nadie que pudiera ayudarme... No se que hacer...
Un nudo se forma en mi garganta, y trago saliva guardándome las lágrimas, ella no necesitas que justo en este momento yo llore, me necesita fuerte.
—¿Que fue lo que paso? —le pregunto en voz baja. Pasan minutos, sin obtener respuesta, hasta que respira hondo, y comienza a hablar sin mirarme.
—Mama tiene un novio... Ya me lo había presentado, pero jamas fue algo formal como ella me decía —se detiene, y toma un poco mas de aire— invito a sus amigos y yo invite a los mios, el estaba en casa, todo estaba bien, tomaban alcohol mientras yo me divertía con mis amigos...
Vuelve a sollozar, y respiro hondo mirando hacia la ventana, es de noche, y el cristal esta empañado gracias al frío.
—Se emborracharon, todos se fueron, mama se quedo dormida, y yo subí a cambiarme a mi habitación, el entró, y yo estaba en ropa interior —dejo de respirar— intento tocarme, quiso abusar de mi, pero le rompí un florero en la cabeza y salí corriendo, ¡No quiero ir a la cárcel Celeste, no se si lo mate no quiero ir prisión! —grita desesperada.
