CAPÍTULO 53

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Llegada inesperada

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Llegada inesperada

—Ahí dice que debemos mezclar cacao —digo, por tercera vez.

—Yo recuerdo que Martha no lo hace así, ella hace una mezcla de chocolate y luego rellena el pastel —me dice el, irritado.

—Pero el tutorial dice que es con el cacao en la mezcla —digo cansada.

—Pienso que podemos hacerlo de otra forma —lo miro, buscando paciencia de donde no hay.

—Hagamos algo, tu haces un pastel a tu manera, y yo a la mía, el que quede mejor, deberá admitir que es un asco, y que el otro es mucho mejor —propongo.

—Trato echo, pero no hay reglas.

—No sabes lo que acabas de hacer, Kent —sonrío con malicia, y me volteo, buscando una tasa mediana para empezar a hacer mi pastel.

Primero agrego la mantequilla pastelera, después el azúcar y comienzo a batir, de espaldas a Caín, para que no vea lo que estoy haciendo. Volteo un poco mi cabeza, espiándolo, y noto que ni siquiera sabe la medida de ingredientes que debe usar.

La idea de ayudarlo se cruza por mi cabeza, pero luego me arrepiento, el decidió hacerlo a su manera, ¿quién soy yo para criticarlo? Sé, que ésta competencia la tengo más que ganada. Cuando la mantequilla está bien mezclada con el azúcar, comienzo a agregar los huevos.

—No hagas trampa, no puedes ver tutoriales —me dice.

—Yo no estoy viendo tutoriales, lo estoy haciendo como quiero —respondo divertida— eso sólo lo necesitas tu, que hasta se te quema el agua.

—Callate imbécil, me reiré mucho cuando te vea humillandote —me río en voz alta, mientras no dejo de batir.

No se que está haciendo el exactamente, pero no me concentro en eso. Busco la harina, y cuando la comienzo a echar, me empujan levemente, y ésta cae en el suelo. Me volteo, entrecerrando los ojos, y mirando al castaño que se hace el inocente.

—No te atrevas a hacer eso otra vez —amenazo, y vuelvo a concentrarme, para echar la harina en la tasa.

Y lo logro, pero sólo la mitad, porque la otra cae al suelo, cuando me vuelven a empujar. Volteo mi cabeza lentamente, mirándolo con rabia.

—Kent, ya basta, te lo advierto —le digo, y el levanta sus manos.

—Yo no he echo nada, simplemente me tropecé —menciona con inocencia, y respiro hondo, siguiendo con lo que estoy haciendo.

RESERVADA~TMD: 1Where stories live. Discover now