Matrimonio Desatendido (ABO)

Capítulo 78

Aunque sabía que podría encontrarse con alguien conocido cuando su destino final fue la ciudad natal de Qing Qing, Ye Zhi no esperaba que fuera tan pronto. Y también se enteró de una noticia: Qing Qing también había regresado a su ciudad natal.

Hui describió cuidadosamente la situación actual de su hijo: "Después de regresar, estaba sumamente infeliz, su madre y yo no sabíamos como ayudarlo. Fue inútil comprarle un montón de regalos y de la misma forma no conseguimos averiguar saber que le pasó en esa gran ciudad. Lo único que hizo fue volver con mucho dinero, y antes, en una carta en particular escribió que había conseguido hacer un nuevo amigo e incluso nos mandó fotos de ti. Ese chico no tuvo muchos amigos al crecer y nos alegramos tanto de verlo hacer nuevos amigos que no pudimos evitar mirar la foto de ustedes dos unas cuantas veces más, por eso es que pude recordar tu rostro".

Ye Zhi todavía recordaba la foto grupal que Qing Qing había tomado de ellos dos por casualidad utilizando la función de cámara de su pantalla de luz pero Ye Zhi no tenía idea de que la había impreso y enviado como mensajería a su ciudad natal.

"Así que si tú... si estás libre, ¿puedes volver conmigo para verlo? Estoy muy preocupado por el estado en que se encuentra pero realmente no sé qué hacer". La ansiedad y el agobio pasaron en el rostro de Hui mientras hacía una sincera invitación.

Ye Zhi respondió rápidamente: "Avanzare en estos momentos con mi trabajo de mañana. Así estaré libre para ir a verlo por la mañana y gran parte de la tarde".

Una sonrisa apareció de repente en el rostro de Hui: "De acuerdo, entonces vendré a buscarte mañana".

La cita estaba hecha, y Ye Zhi se encargó de todo el trabajo antes de la hora señalada, y luego se tomó el tiempo para comprar algunos regalos. Como era de esperar, Hui llegó a tiempo conduciendo un triciclo. El triciclo era viejo, así que el hombre parecía un poco avergonzado: "Nuestra casa está demasiado lejos, y no hay autobuses directos, esto es todo lo que tengo para ofrecerte como transporte".

Ye Zhi se apresuró a decir: "No importa".

El terreno montañoso era escarpado, y comenzaron a subir aún más en cuanto salieron del pueblo. Incluso cuando la carretera estaba reparada y nivelada, el triciclo era inestable por lo que temblaba mucho. Ye Zhi estaba tan mareado que quiso vomitar de nuevo, y su cara también se puso un poco pálida, pero al menos pudo contener las náuseas. Después de conducir durante más de media hora, entraron en un pueblo muy burdo, y el coche se detuvo frente a un patio muy ordinario.

"Yu, el invitado está aquí, sal a saludarlo". Hui empezó a llamar en cuanto el coche estuvo aparcado, con un atisbo de emoción desmedida en su rostro.

Las paredes del patio estaban construidas con piedras, y había algunos cuadros pintados en las paredes, pero como eran tan abstractos, Ye Zhi no podía ni siquiera distinguir lo que estaba pintado exactamente. A lo lejos, el paisaje era tal y como lo había descrito Qing Qing, con corderos y caballos pastando tranquilamente, cachorros dispersos en manadas sobre la hierba y nubes blancas colgando a baja altura en el cielo, como si pudieran alcanzarlas y tocarlas con las manos, viéndose suaves y esponjosas.

La puerta del patio no estaba bien cerrada, pero rápidamente se abrió por completo de un tirón, y un hombre salió.

Cuando vio la apariencia de la otra persona, Ye Zhi supo a quién se parecía Qing Qing.

El otro hombre no era especialmente alto, pero también era robusto, con una piel sana de color trigo, cejas delicadas y pestañas especialmente largas. Probablemente a causa del calor no llevaba camiseta, la mirada de Ye Zhi cayó inconscientemente sobre el pecho desnudo del oponente, y su cara se puso inmediatamente roja.