VIII

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SOBRE CÓMO ES UN NUEVO COMIENZO



ELLA

Lunes, 09:25

A la pareja de adolescentes, dos frapuccinos de galleta.

Al anciano con boina, un café sin azúcar ni leche.

A la mesa de las cuatro estudiantes, un mocha, un descafeinado, un latte y un frapuccino de menta.

A la pareja de casados que se lanzaban miradas de odio, un vaso de agua y un café con dos de azúcar y leche.

Al chico de la patineta, una rebanada de pastel de moras y una malteada de fresas.

Es sencillo, claro que aquí hay más personas, lo que significa que necesito mayor concentración y andar a las carreras, pero sólo tengo que usar el mandil negro sobre la ropa y pasearme entre las mesas entregando y recibiendo pedidos sin el peligro de ser manoseada. En comparación es fácil.

Le paso la lista de órdenes a Susana, la chica de la barra que prepara las bebidas y espero mirando hacia las mesas por si acaso alguien necesitara algo más.

—Eres rápida —dice Susana mientras acomoda en la bandeja el pedido de la pareja de adolescentes—. Tienes que entregar por mesa, Clare no quiere accidentes.

Más vueltas, pero mayor seguridad. Tomo la bandeja y me acerco a la mesa de los adolescentes.

El café de Clare es una mezcla de cafetería y restaurante, se ofrece un menú con bebidas calientes y frías, pero del lado contrario del menú contiene variadas opciones de alimentos y postres.

Este es mi primer día de trabajo y no tengo idea de qué tipo de clientes reciben aquí de manera usual, pero hay una bebida con el valor de tres salarios mínimos y para la decena que he entregado durante la última hora, puedo darme una idea del tipo de clientes que reciben aquí, eso y los precios elevados del menú.

—No es posible que estén juntos —mis pensamientos son atropellados por la voz aguda de una de las adolescentes.

—Debe ser por su dinero —dice el joven frente a ella riendo.

Desagradables.

¿Qué hacía yo a los quince años? Perdiendo mi virginidad con mi segundo novio, un chico de piel morena que a esa edad me parecía atractivo y gracioso. Sacudo mi cabeza regresando a donde me espera Susana y entrego la orden anterior.

Si tuviera que describirla en una frase, diría que Clare es simpática, aunque aterradora. La entrevista laboral tuvo de todo menos preguntas sobre mi experiencia laboral, quiso saber mi nombre, mi edad, la historia de mis padres, cuánto tiempo llevaba en la ciudad, la razón para mudarme aquí, el motivo por el cuál no conseguí empleo antes, la razón de mi enfermiza apariencia, aunque ella atribuía a problemas alimenticios y yo secamente a desnutrición forzada. Clare era más intuitiva que su hermano, así que quiso los detalles del modo en que nos conocimos, me limité a responder las mismas mentiras que le di a Leonardo sobre mi motivo a estar en la calle a esas horas. En el resto de preguntas tuve que ser tan sincera como me fue posible, pero siempre manteniendo la historia lo más decente posible, es decir: mentí.

Así que no le conté de Adrián, ni de Tía, ni de Eric o Paulina. Vaya. ¿Hace cuántos meses no pensaba en ellos dos?

La historia entre nosotros tres fue simple, estudiamos en la misma universidad. Paulina y yo fuimos amigas desde jardín de infantes, y siempre hablamos de estudiar en el mismo lugar, fue más por ella que por mis gustos que decidí estudiar derecho. Ahí conocí a Eric.

UNA DAMA DE CRISTAL (SAGA LA VIDA DE ELLAS) #Olimpiadasliterarias23Where stories live. Discover now