XXXII

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SOBRE EL AMOR PROPIO Y LAS MARIPOSAS EN EL ESTÓMAGO

Ella

16:10

La casa tiene un patio frontal tan grande que hay una glorieta para los autos que entran. Qué digo casa, esto es una mansión con todas sus letras. Pego mi nariz al vidrio de la ventana apreciando la vista y el lugar, hasta una fuente tienen. Miro a Leonardo sin ocultar mi asombro.

—Es la casa de Randall —se apresura a decir antes de que yo pueda decir nada, le ruedo los ojos, ajá. No sabía que Leonardo era hijo de padres divorciados ni que tenía un padrastro hasta que me lo contó hace sólo un par de días. ¿Un padrastro millonario? Mucho menos.

—¿Ellos viven aquí?, ¿por qué no has venido a visitarlos antes?

—Vivían aquí —me corrige—, ahora solo la usan en sus vacaciones. La casa usualmente está metida en rentas temporales.

¿Cuánto costaría vivir aquí? ¿Cuántas personas de la limpieza deberían contratarse para que la casa estuviera limpia y reluciente? ¿Cuántas personas se requerían sólo para tener los arboles como si acabaran de ser podados y las flores en perfecto estado? Dejo de divagar y me enfoco en lo importante: ¿Cuánto podré durar dentro de la casa antes de ser expulsada por su madre?

—¿Y si no les agrado? —mi mayor temor era que la madre de Leonardo lo hiciera recapacitar sobre mi estadía en su apartamento, y hasta ahora contemplo un nuevo temor: no agradarle a ella. Y no sólo porque debo agradarle, sino porque realmente quiero hacerlo. Si él quiere que la conozca es porque quiere que sea de su agrado, ¿no? No lo veo sometiéndome a una tortura como esta sólo por diversión.

Pienso en la anterior madre de un novio. Erika, la madre de Eric. Ella era un encanto a puertas abiertas, pero cuando nos quedábamos a solas o no había nadie excepto la familia entonces era una pesada de lo peor. Comenzaba hablar sobre nietos, las exigencias de su hijo menor y toda clase de mierdas del siglo XX, "Eric deja que Elisa se sirva agua por su cuenta", "¿Mi hijo en la cocina?" "Pero cuando se case Eric no hará esto, ni aquello".

—¿Les agradaba tu anterior novia? —¿qué sé de su anterior novia? Nada, excepto lo que dijeron los amigos de Leonardo en la cena de Lucas. Le doy una mirada a la casa color marfil con grandes ventanales, Leonardo se estaciona frente a la entrada de la casa, unas puertas de madera tan altas que llegan al techo y tan anchas que cuatro personas podrían entrar sin problemas al mismo tiempo. Vaya.

Seguramente su ex estaba llena de clase y elegantes modales. Suspiro contra la ventana, demasiado tarde para arrepentirme. Bien, al menos elegí uno de los vestidos nuevos que Clare compró para mí. Aunque creo que es demasiado casual para todo esto, se anuda frente a mí y tiene lunares blancos pequeños encima del fondo color azul. Cielos. Respira. Debí llamar a Clare y pedir una asesoría de moda.

—Mamá apenas la toleraba —responde Leonardo luego de casi un minuto en silencio, lo miro ahora ¿qué esperanza tengo yo?

—¿Lo dices en serio? —asiente con una mueca en sus labios. Tal vez agradarle a la madre de Leonardo será más difícil y eso que mis expectativas eran casi nulas.

—¿Estás seguro de esto?

—Estarán aquí solo una semana, básicamente cruzaron el país para conocerte.

Para juzgarme, para sacarme del piso de su hijo, para hacer mi vida un infierno, estoy segura que es una mezcla, aunque supongo que para conocerme resume esos tres puntos perfectamente.

—Eso no me ayuda —sonríe y se encoge de hombros antes de bajar del automóvil. Me doy un último vistazo en el espejo retrovisor. Soy un verdadero desastre, acomodo mi cabello sin éxito antes de que Leonardo abra mi puerta. Me ofrece su mano, que tomo con la mía temblorosa—. ¿Última oportunidad para salir corriendo?

UNA DAMA DE CRISTAL (SAGA LA VIDA DE ELLAS) #Olimpiadasliterarias23Where stories live. Discover now