XV

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SOBRE COMO LLEVAR A  CABO UN ENGAÑO 



Elisa

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Elisa.

—¿Así que por eso nos estabas sacando? —Samuel sonríe de manera petulante y luego levanta ambas cejas en señal de aprobación tras escanear a Elisa con la vista— Nueva amiga de Leonardo, es un placer –hace intento de acercarse a ella y estrechar su mano pero me interpongo entre ellos. Samuel me mira con la ceja levantada en espera de una explicación de mi parte.

—Estás comportándote como un niño, fuera de aquí —me limito a decir.

Lucas y Mateo miran la escena en silencio, Mateo se ve perdido y Lucas intrigado. Lo sé. Hace más de dos semanas rompí el compromiso con Daiana, yo actué enojado y ofendido ante la mera posibilidad de entrar a un burdel para sacarme a mi exprometida de la cabeza, y ahora estoy aquí con una mujer en mi apartamento.

Samuel sonríe e intenta mirar detrás de mi espalda a ella.

—Venga, Leo, estás siendo infantil.

¿Lo estoy?

Tal vez estas son las secuelas de la infidelidad de Daiana, el ultimo amigo amistoso con mi prometida termino metido debajo de sus sabanas. Retrocede ahí. Elisa no es de mi propiedad. Ni siquiera estamos en alguna clase de relación y aquí estoy actuando como un tarado de muralla entre ella y el amistoso de Samuel.

Pero a pesar de esa resolución sensata, no me muevo.

—¿Quieres que vuelva después? —Elisa suena incomoda y nerviosa a mis espaldas. Mateo ladea el rostro intentando mirarla a pesar de mi cuerpo cubriéndola, entrecierro los ojos a él y pronto recupera la postura recta y confundida de antes.

—Estábamos por irnos —se adelanta Lucas a decir.

—Dibujas bien –dice Mateo mirando en mi dirección, aunque sé que no es a mí, respiro hondo y me hago a un lado para que el campo visual de Mateo llegue a Elisa, sin embargo, mantengo mi mirada en Samuel que ahora tuerce los labios y parece molesto.

—Gr...Gracias —le entrego el cuaderno a Elisa.

—Lo olvidaste en el sillón esta mañana —me excuso por este acto de invasión a su privacidad.

Tardo un segundo en notar el error que acabo de cometer. Samuel, y Mateo abren sus bocas sin guardar las apariencias o intentar disimular su sorpresa. Mierda. Samuel sonríe abiertamente ahora. Mateo me mira con picardía y Lucas sigue intrigado ante mi comportamiento. Miro a Elisa y noto sus mejillas volviéndose carmesí, no creo haberla visto ruborizada antes y siento picar mis dedos con la curiosidad de saber si su piel sube de temperatura ahí donde la tonalidad ha cambiado.

Para.

Miro al techo intentando quebrar mi cerebro en busca de alguna excusa que pueda dar sin tener que soltar toda la información de nosotros. No necesito a más personas a mi alrededor diciéndome que estoy equivocándome al intentar ser un buen ser humano.

UNA DAMA DE CRISTAL (SAGA LA VIDA DE ELLAS) #Olimpiadasliterarias23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora