XLIII

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SOBRE CÓMO GANAR UNA APUESTA

Él

Miércoles, 20:20

¿Lucas y Clare como organizadores de cumpleaños? No lo creo. A excepción que estemos celebrando el cumpleaños número diecisiete de alguien, que no es el caso porque tengo treinta y tres años, casi el doble de eso. ¿Una fiesta en el boliche? ¿Por qué alguien siquiera consideraría que esto es una buena idea?

Estaba seguro que la etiqueta de tenis era porque teníamos que subir escaleras para llegar al restaurante, no supuse que fuera un requisito indispensable para algo más. Aunque Elisa opina lo opuesto a mí, por supuesto, ella saltó de emoción fuera del automóvil en cuanto descubrió a dónde habíamos llegado. Y supongo que por el momento su emoción ha sido lo más emocionante para mí. Podía hacer un pequeño sacrificio para verla sonreír de esa manera, o no... la verdad es que no soy un aficionado de los bolos.

Mientras pago la línea y los zapatos rentados miro hacia mi hermana y Elisa que están sentadas en uno de los sillones de cuero, parecen muy divertidas en la conversación que están teniendo, Elisa gesticula con sus manos mientras se ríe y Clare no para de carcajearse sacudiendo la cabeza y por lo que entiendo por los gestos de Elisa, le está contando de su sorpresa en mi oficina.

—Si te descuidas, Clare se va a robar a Elisa —bromea Lucas abrochándose los zapatos naranjas que le han tocado para jugar. Miro los zapatos azul de neón que llevo puestos para la ocasión y cuando levanto la mirada me encuentro a la distancia con Elisa observándome.

Cuando nuestros ojos se encuentran, su sonrisa se amplia, le sonrío y su sonrisa vuelve a crecer. Miro a Lucas y me encojo de hombros. ¿Preocuparme porque Elisa sea secuestrada por Clare? No podría llamarlo una preocupación, preferible verlas aliarse en mi contra que estar en disputa entre sí.

—Me preocupa más que Clare no se vaya a tomar bien la renuncia de Elisa.

—¿Va a renunciar? —se sorprende Lucas.

—La convencí de dedicarse a la pintura en lugar de trabajar.

—Eso es bueno, ella es buena en eso y lo digo despues de sólo ver un dibujo tuyo. ¿Te imaginas lo que podría llegar a hacer con un modelo que valga la pena? —le doy un golpe en el hombro.

—Pues es realmente talentosa —digo ignorando su último comentario.

El regalo de cumpleaños era mucho más que solo bueno, llevaba varias semanas sin ver sus dibujos, usualmente ella dejaba de dibujar cuando yo llegaba al apartamento y siempre se llevaba el cuaderno a su habitación para alejarlo de mí. Lo que había visto fue gracias a Adrián, pero la mayoría de los dibujos que pude ver en su cuaderno fueron bocetos de mi persona.

Me concentré más en el hecho de que ella dedicaba su tiempo a mí figura que el resultado artístico de ese tiempo. Pero sólo hasta hoy mientras veía con exactitud la manera en que había podido hacer un autoretrato con tantos detalles, la manera en que consiguió grabar su propia mirada en el dibujo, e incluso el modo en que logró capturar la manera en que yo le sonreía que lo entendí.

Ella era talentosa, realmente un prodigio y yo la tenía sirviendo café en lugar de ayudarla a mejorar y crecer.

—¿Clare está bien?

—Uh... sí. Creo que sólo necesitaba tiempo.

—Me alegra oírlo, parece que es la misma de siempre —digo mientras veo a mi hermana gesticular con señas obscenas mientras Elisa es ahora la que ríe a carcajadas cubriendo su rostro con ambas manos avergonzada. Cielos, ¿qué le estará diciendo? Lucas se ríe siguiendo mi mirada.

UNA DAMA DE CRISTAL (SAGA LA VIDA DE ELLAS) #Olimpiadasliterarias23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora