XXVIII

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SOBRE CÓMO ES UN PERFECTO MAL TERCIO


ÉL

Dos horas más tarde

—Ciertamente, McDonald's no es lo que habrías pensado, ¿no? —suena interesada por lo que sí pensaba, pero Elisa no necesita saber todo lo que imaginé que podría hacer durante este fin de semana, así que cambio de tema.

—Llevaba años sin poner un pie en ningún McDonald's.

—Yo igual.

Adrián juega con otros niños que acaba de conocer, pero con los que interactúa como si conociera de años; es muy diferente a Elisa, parece más extrovertido y social, sin la timidez y desconfianza de Elisa. Le pongo cátsup a las papas fritas. Mi celular vibra en el bolsillo de mi pantalón, pero lo ignoro. Ya tendré tiempo más tarde de ponerme al tanto con mis pendientes de trabajo. Elisa recarga su cabeza contra mi hombro.

—¿No tendrías que estar trabajando? —pregunta bajando el volumen de su voz, con timidez, debe haber escuchado la casi docena de llamadas que he recibido en la última hora.

—Siempre tengo que estar trabajando, pero para eso tengo el personal necesario.

—Clare lo maneja muy bien, ¿sabes? —se burla un poco, aunque claro, Clare maneja muy bien las cafeterías. No una constructora, ni está a cargo de megaproyectos en la ciudad, ni nuevos diseños en colaboración con otro despacho para la planeación a largo plazo... pero ella no lo sabe.

—Es disciplinada.

—¿Es como tu mejor amiga? —pregunta y yo niego. ¿Adrián es como su mejor amigo? El niño parece sentir su mirada sobre él porque en ese momento nos saluda con la mano a través del cristal.

—Es un dolor de muelas el ochenta por ciento del tiempo. Supongo que mi mejor amiga sería Cloe.

Muerdo una papa frita mientras Adrián persigue a uno de los niños entre los juegos. Los ojos de Elisa dejan de mirar a su hermano para mirarme a mí.

—¿Cloe? Nunca te he oído hablar de ninguna Cloe.

Ahora lo persiguen a él, me pregunto qué tipo de juego es ese. ¿De qué me hablaba? Oh si, Cloe.

—No lo hago mucho, ella está fuera del país ahora mismo.

—¿Ah sí? —la miro de reojo al detectar ese tono de voz, no voy a jugar con las inseguridades de Elisa, mucho menos ahora que sé sobre la infidelidad de su último ex.

—A mi prima le gusta ser un alma libre y todo eso —intento que el término prima resuene en sus oídos para eliminar cualquier duda posible—, tenemos la misma edad así que somos más cercanos y hay menos peleas que con mi hermana.

Vuelve a robarme una de mis papas fritas.

—Yo también sería un alma libre si tuviera ese presupuesto —muerdo el resto de su papa con cátsup que tiene entre sus dedos.

—Yo no soy un alma libre.

—Lo sé, eres de los que hace vacaciones para estar encerrado en el apartamento —dice metiendo su mano en mi comida de nuevo, ¿no tiene ella unas intactas papas de su otro lado?

—Un apartamento caro —añado, asiente sonriendo.

—Muy caro.

Vuelve a quitarme una papa frita.

UNA DAMA DE CRISTAL (SAGA LA VIDA DE ELLAS) #Olimpiadasliterarias23Where stories live. Discover now