Limbo, paraíso e infierno

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Estoy en la sala del apartamento con una mochila llena de billetes detrás del sillón y una maleta con toda mi ropa en el armario. Con una única certeza: me ha explotado mi mentira en la cara y ahora no sólo estoy en peligro yo, sino también Leonardo y debo irme. Tengo ser capaz de correr antes de que Don me encuentre. Debí irme hace una hora, pero en lugar de eso estoy sentada esperando que regrese Leonardo, porque merece escuchar la verdad de mí, merece una despedida en lugar de que solo desaparezca de su vida.

No estoy dentro de ninguna pesadilla, esto es real. El miedo que siento es real, el dolor al saber que seré yo quien tendrá que irse sin importar la reacción de él es real. Y deseo por primera vez en semanas que su amor no sea real, que no me impida irme y que me aborrezca al saberlo todo, pero estoy segura que no será así. Lo que es irónico porque había temido tanto su reacción a mi verdad y ahora estoy segura de cuál será deseo que no lo sea porque sólo lo expondré al infierno del que creí que había escapado y que ahora me ha vuelto a encontrar.

¿Cómo llegué aquí?

Ella, sábado, trece días antes, 16:10

Lana del Rey - Ride

Los tres días siguientes al descubrimiento de Samuel fueron difíciles. no tenía ánimos que necesitaba para salir de la cama y ponerme a pintar. Diana se había llevado todas mis pinturas terminadas y sólo era cuestión de tiempo para que el plan de Leonardo de presentarlas en la galería de ella diera sus frutos o demostrara lo contrario, el entusiasmo y positivismo de Leonardo sobre mis cuadros despejaban mis dudas así que no tuve tiempo de considerar una opción B si no eran vendibles.

Sin embargo, pasaba toda mi mañana atormentada con mis pensamientos en Tía. ¿Con quién había estado dejando al cuidado a mi hermano todo este tiempo? Ella nunca formó parte de nuestras vidas. Mamá no tenía familiares cercanos, mi abuelo murió años atrás. y papá era hijo único, con ambos padres muertos. Solo éramos nosotros cuatro y una mujer que llegó al morir ellos, una extraña cualquiera que vino a arruinar nuestra ya arruinada vida.

Le doy vueltas a la comida una y otra vez con la cuchara sin tener el apetito necesario para comer. La sopa se mueve lenta con mis movimientos, Dolores preparó sopa de papa y queso, la sirvió en el plato antes de irse, insistiendo en que no desayuné. No sé si es la comida lo que no se me antoja o el hecho de que mi estómago está lleno de miedos y preguntas sin responder lo que me impide comer.

Sigo moviendo la cuchara en silencio mientras fuerzo a mi cerebro a dar con una respuesta coherente para la interrogante más importante: ¿Quién es Tía?

-¿Es día de andar en pijama? -levanto mi cabeza de golpe.

Estaba tan ensimismada que ni cuenta me di de cuando Leonardo abrió la puerta del apartamento o caminó hasta llegar a mi lado. Deja un beso corto en la comisura de mi boca.

-Llegaste antes.

-Tengo una sorpresa para ti -me quita la cuchara de las manos y le da una probada a mi comida, a mi fría comida, levanta una ceja y clava sus ojos en mí-. ¿Vas a comerte esto? -niego con mi cabeza despacio. Toma el plato y devuelve todo su contenido en la olla con el resto de la comida-. Ven, salgamos de aquí.

-No quiero salir hoy -respondo resistiéndome a acompañarlo. Siento mi cuerpo pesado y lo único que quiero es volver a la cama, pero Leonardo no lo permite, porque me lleva de la mano a nuestra habitación, y cuando me siento en la cama para repetirle que no saldré a ningun lugar, como si fuera una niña, él va al armario para volver con un cambio de ropa para mí.

UNA DAMA DE CRISTAL (SAGA LA VIDA DE ELLAS) #Olimpiadasliterarias23Where stories live. Discover now