UNA DAMA DE CRISTAL (SAGA LA VIDA DE ELLAS) #Olimpiadasliterarias23

XIX

SOBRE CÓMO UNA CITA DESASTROZA SE LLEVA A CABO

Él

Miércoles, 18:48

Tinder.

Resulta que Tinder es una aplicación donde todos podemos ser felices sin perder tiempo en preparativos. Un par de fotos, detalles banales de uno mismo, y listo. Mientras Elisa está de compras con mi hermanita, yo intento dejar atrás el rol de soltero, porque es lo correcto.

Así que Lucas me hizo un perfil e hizo match con la chica más guapa que le apareció, luego de una conversación entre él y ella, yo tenía una cita. Sabía todo lo que necesitaba antes de conocerla: hablaba francés, estaba estudiando modelaje y tenía veintinueve años, dos años más que Clare y los suficientes cerca de mí para no hacerme sentir mal al respecto. Y todo eso lo sabía solo con ver su perfil. Era así de simple.

Tres años de distancia es adecuado, no como diez años.

Si anoche tuve alguna duda respecto a esta cita, la ducha fría de esta mañana reforzó mi compromiso con la desconocida de Tinder. Necesitaba dejar de soñar con Elisa. Eso estaba mal en muchos niveles, mi libido debía andar por los aires si mi subconsciente ponía el rostro de Elisa en mis fantasías sexuales.

No tenía problemas en admitir que Elisa era atractiva. El conflicto era que ya había demasiado entre nosotros como para añadir tensión sexual a la ecuación. Así que si debía liberarme de alguna manera no sería con ella. Era demasiado joven para mí, debería ser una universitaria y además estaba bajo mi... ¿tutela? No, ¿protección? Quizás, ¿techo? Estaba bajo mi techo, y no iba a pasar de ser su anfitrión a un amante.

Si ella no viviera conmigo tal vez podría considerar romper con la barrera de los años, pero ella vive conmigo y la noche anterior me demostró lo vulnerable que era. Si lo nuestro no funcionaba ella no tenía a donde ir. Así que no sería yo quien pusiera en riesgo esa tranquilidad en su vida.

Hice una reservación en un bonito restaurante para presumir un poco mi posición y asegurarme una cita después de esta cita. Es lo que necesito, alguien que no tenga ninguna relación con la joven que vive conmigo. Cuando ella llega descubro que camina con movimientos dignos de observarse, los hombres que la miran pasar no tienen mayor opción que detener su vista en mi cita. Le sonrío.

Clare está equivocada, lo que yo necesito es a una mujer elegante y apasionada, ¿cierto? Ella sonríe mientras sus ojos hacen un recorrido de mi cuerpo de píe al lado de nuestra mesa.

—Leonardo —acento francés.

—Pamela —sonrío con mi mejor sonrisa de seductor en acecho y funciona porque la sonrisa de ella se vuelve coqueta.

Apenas se sienta en la silla que muevo para ella, Pamela levanta la mano para llamar al mesero.

—¿Podría traernos una copa de vino? —pide ella y pienso que así es como actúa el tipo de mujer que solían gustarme: con determinación, el mesero me mira y yo señalo a Pamela para que le indique al hombre la botella y año que quiere pedir.

—Sabes de vino —comento cuando el mesero se retira ella me sonríe presumida.

—Puede que no sepa de todo, pero sé elegir una buena copa de vino.

El mesero regresa con la botella, dos copas y los menús. Nos sirve a cada uno vino y antes de que se retire le pido que deje la botella. Ella me sonríe y estoy seguro que mi plan es infalible. Nada puede salir mal a partir de ahora.