XLVIII

180 19 34
                                    

Dos padres, un hijo


Él

Los recuerdos de la infancia se vuelven borrosos al crecer, se convierten en datos apenas. Sé que papá y yo pasamos juntos cada dos fines de semana, y no tengo más que un puñado de esos días en mis memorias. Y sé, por lo que alguna vez me contó mamá, que mi primera bicicleta la compró él y que aprendí a montarme en ella en un fin de semana con papá, aunque tampoco recuerdo eso. Sé que la pizza se convirtió en mi comida favorita porque papá no era bueno cocinando y cuando yo iba con él me compraba lo que quería, así que la pizza siempre estaba en la lista.

Sé que de niño fue un buen papá, no un buen esposo, y dudo que haya sido un hombre ejemplar, pero fue un buen padre, conmigo. Al menos en esos tres días que me dedicó cada dos semanas.

Lo único que me dejó cuando se separó de mamá fue un reloj rolex, su primer lujo con su primer gran salario. Nunca entendí porqué, ¿quería que lo vendiera?, ¿quería que lo recordara?, ¿era un mensaje de como su sacrificio podía darme esos lujos?, ¿era un premio de consolación por no estar los otros días de las semanas?

Recuerdo todavía menos de mi vida antes de Clare, aunque mi recuerdo más viejo es ese en el que papá tocaba guitarra mientras mamá cantaba y aplaudía para mí, yo tenía unos tres años, hay un video de eso. Mamá lo veía constantemente cuando papá se fue, eso lo recuerdo y tal vez por eso es que recuerdo tanto ese momento.

Al ser sólo un niño no pensé mucho en Clare y la disfuncional relación que existía con mi padre, aunque las excusas que él ponía para no incluirla a nuestros escapes al zoológico o al parque iban de "es muy pequeña" a "la próxima vez la traeremos". Pero cuando comenzó a crecer y cuando esas próximas veces nunca llegaron algo debí empezar a sospechar. No sé qué, pero algo.

La relación con papá se volvió tensa cuando apareció Randall. Porque entonces pasé de ser su hijo a un peón en un juego que él quería ganar a la fuerza. Y Randall... le ganaba en fortuna, en madurez, en edad, y en simpatía. Randall podía jugar todo el día con Clare y rasparse las rodillas sin quejas. Randall me enseñó a jugar la mayoría de los deportes que aprendí en mi vida. Me enseñó cálculo, francés y se puso de mi lado cuando quise aprender a tocar guitarra, también se puso de mi lado cuando empecé ese grupo de rock barato y de mal gusto en la preparatoria.

Randall estaba los otros once días de esos catorce días.

Randall había perdido su vida y la recuperó al conocer a mamá, él no iba a dejar que esa oportunidad se le escapara. Y papá dejó ir a mamá para perseguir el dinero y para cuando quiso rescatar la familia que abandonó, ya no tenía ninguna oportunidad. Era demasiado tarde, mamá era otra y nos gustaba esa versión de ella. Pero papá se convirtió en otro, celoso por el rechazo de ella y celoso por la presencia de Randall en mi vida. Y entonces cuando se dio cuenta que llegó tarde y que no había vuelta atrás apareció el alcohol.

Nuestros fines de semana ya no era de parques, zoológicos y comida chatarra. Nos encerrábamos en su apartamento viendo películas o jugando videojuegos mientras él se sentaba a tomar cerveza. Me enseñó a jugar póker, ajedrez, y juegos de apuestas. Más tarde, en la preparatoria, me enseñó a tomar alcohol jugando juegos de mesa. No estaba mal, no. Al principio, me parecía cool, me sentía como un chico grande a su lado.

Era el papá divertido, jugábamos, tomábamos, nos reíamos, a él podía hablarle de sexo, de mis dudas sobre el sexo, papá fue quien me regaló mi primera caja de condones, porque dijo que no quería un embarazo adolescente para mí. A su manera me quería. Y yo aceptaba ese amor. Podría ser peor, podría ser solo un padre que da un par de saludos al día y se encierra a seguir con su trabajo en casa. Pudo solo sentarse a ver la televisión en silencio, pudo quedarse dormido y borracho. Se mantuvo despierto, bebía cerveza, se reía y jugaba videojuegos conmigo.

UNA DAMA DE CRISTAL (SAGA LA VIDA DE ELLAS) #Olimpiadasliterarias23Where stories live. Discover now