Pesadillas y realidades

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Ella

Dentro de una pesadilla

Domingo, 09:17

Cuando miro a mi alrededor todo ha cambiado, hay ropa y cosas tiradas en el suelo, camino en medio del caos, olor a calcetines y zapatos. La cocineta está llena de trastes sucios. La sala tiene latas de cerveza vacía en el suelo y un par de camisetas usadas están en el sofá. Hay desorden hacia donde volteé.

-Elisa.

Eric.

-¿Cómo es que este desorden no te molesta? -me quejo por quizá la décima vez esa semana, podríamos mudarnos a un apartamento más pequeño para los dos, algo cerca para que continúe con sus clases mientras yo consigo un empleo, pero él insiste en seguir viviendo en ese chiquero con todos sus amigos. He pasado casi un mes aquí.

Mi queja lo tiene harto, ha pasado de decir que es una buena idea a lanzarme miradas y levantar su ceja juzgona hacia mí cada que toco el tema.

-No tendríamos que vivir así -dice acercándose, sonrío pensando que por fin nos iremos.

-Gracias, Eric -voy a abrazarlo cuando pone una mano en mi hombro para detenerme.

-Lo que quise decir es que no tienes porqué vivir aquí si no quieres -me da un apretón en el hombro de lástima.

Me quedo sin saber qué decir. No esperaba una respuesta tan contundente de su parte.

-Eres la única persona que tengo en la ciudad -y al hablar escucho el desconcierto en mi voz.

Y es la verdad. Decidí usar mis ahorros para tomar un avión que me trajera a su lado cuando pude haberme quedado en la ciudad donde nací y buscar un empleo con algún conocido de mis padres.

-¿No te quieres dar cuenta, verdad?

Retrocedo al notar su mirada llena de hastío y molestia.

-Eres una carga, Elisa. Pides demasiado tiempo, quieres que esté ahí todo el día para escucharte, ni siquiera puedo ir a dormir sin que estés lloriqueando por tu hermano o tus padres -mis labios comienzan a temblar y sé que estoy a punto de llorar- ¿lo ves? Elisa intento ser bueno, sólo que lo estás haciendo muy complicado.

-Pero...

-Debiste decirme que vendrías, Elisa. Me pusiste en una situación incómoda al llegar aquí. Mis amigos no están de acuerdo con que vivas aquí.

-Paulina llega la siguiente semana, Eric, me iré con ella -dije con ese tono de asunto resulto.

Eric frunció el ceño y torció los labios en una mueca de disgusto, pensé que una semana debía parecerle una eternidad, al menos a mí me lo parecía.

-Estás viviendo aquí y sólo te escucho quejarte todo el día. Siempre tengo que adaptarme a tus decisiones, nunca preguntas mi opinión. ¿Crees que estaba de acuerdo con que dejaras leyes? ¿O que decidieras que tendríamos una relación a distancia? ¿Crees que eso estaba bien para mí? -no va a lanzarme con eso.

-Dijiste que me querías, tú quisiste que lo mantuviéramos a distancia.

-No quería, yo quería que estudiaras conmigo. Voy a ser abogado, quiero alguien a mi lado no detrás de mí, y no quiero perseguirte tampoco como si fueras una niña. Ibas a ser dentista, ¿no? Debiste continuar tus estudios.

-No tenía a nadie allá, lo que me quedó de la herencia no podía pagar los gastos de la universidad ¿cómo iba a continuar mis estudios?

-¿Y aparecerte aquí era una mejor idea?

UNA DAMA DE CRISTAL (SAGA LA VIDA DE ELLAS) #Olimpiadasliterarias23Where stories live. Discover now