Almirante su esposa quiere divorciarse

Capítulo 26 - Debes ser obediente

        El estado de Xiao Yuanshan se había mareado, la cara de Xiao Xinrui estaba sin sangre, y Ma Yanhong estaba incomparablemente sorprendida al ver por primera vez a Qin Ye.

        Todos los presentes no hablaban y el ambiente era muy extraño.

        Xiao Yan dijo: "Papá, aún no he comido, ¿no podemos empezar a comer?".

        "Oh oh oh". Sólo entonces Xiao Yuanshan respondió y dijo a Qin Ye: "General, no sabía que había venido hoy y preparado todos los platos que le gustan a Xiao Yan. Haré más para ti si te gusta comer algo".

        "No es necesario, he comido mi comida para venir".

        "Entonces tú también deberías comer más o menos". Xiao Yuanshan dijo y arrastró a Ma Yanhong al interior de la cocina.

        "¿Por qué ha vuelto?" Ma Yanhong susurró.

        "No es bueno que venga, no es señal de que siga en buenos términos con nuestro hijo". Xiao Yuanshan estaba muy feliz, pero la cara de Ma Yanhong era muy fea.

        Xiao Xinrui se mantuvo en silencio, parecía estar forzándose fuertemente a digerir lo que veía y escuchaba frente a ella.

        Cuando la comida fue traída, Xiao Yan le echó un vistazo y no pudo evitar hacer una mueca. Dónde estaban esos platos que le gustaban, claramente eran todos los favoritos de Xiao Xinrui.

        La clave era que también había un plato de tofu, que era la comida menos favorita de Xiao Yan, sin embargo tampoco era la favorita de Xiao Xinrui, esto era claramente la intención de Ma Yanhong de darse asco.

        Como era de esperar, Ma Yanhong forzó una sonrisa en su cara y puso un trozo de tofu en el cuenco de Xiao Yan, "Cómetelo, es tu tofu favorito".

        El Xiao Yan original no era un comensal exigente, ya que comía de todo excepto productos de soja, pero este producto de soja era algo que Xiao Yan nunca quería comer.

        Xiao Yan sonrió y le dijo a Xiao Yuanshan: "Papá tiene mucha razón, esta debe ser la comida que me cocinó, porque lo que más odio es el tofu".

        Xiao Yuanshan se quedó atónito, y al instante se le ocurrió que el chico nunca había comido nada parecido al tofu. En aquel entonces, la madre de Xiao Yuanshan no se había quejado de ello a Xiao Yuanshan. Xiao Yuanshan también le había dicho repetidamente a Ma Yanhong que, después de todo, había que dar más amor y atención a este niño tras años de ausencia.

        Xiao Yuanshan giró la cabeza para mirar a Ma Yanhong, la sonrisa forzada en la cara de Ma Yanhong ya no estaba allí.

        Este bastardo, ya le había dado mucha cara al invitarlo, pero todavía no sabía lo que era bueno para él.

        "El tofu es muy nutritivo, date prisa en comerlo". Ma Yanhong dijo fríamente a Xiao Yan.

        Xiao Yan dijo: "Las judías son nutritivas, me basta con beber pociones de judías".

        "Esa cosa no sirve para nada, date prisa y come el tofu".

        Xiao Yan se recostó en su silla, "No lo comas".

        Ma Yanhong golpeó sus palillos en la mesa con un chasquido, "Xiao Yuanshan, mira esto, este es el buen hijo que dijiste que tenías, mira cómo me trata".

        Xiao Yuanshan se apresuró a levantarse e intervenir: "No te angusties, no te enfades, es todavía un niño. Yan Yan, cómelo rápido, es todo de corazón de tu madre".