49. DE VUELTA A CASA

20 2 0
                                    

ALICIA

-Lucas, ¿vives con Tamara? -le pregunté cinco minutos después de las explicaciones de los azafatos sobre las salidas de emergencias.

El chico me miró aturdido, evidentemente mi pregunta le había pillado de imprevisto y solo soltó un "¿Cómo?", generando una gigante interrogación en su cara.

-Te he preguntado si Tamara y tú vivís juntos -le aclaré.

-¡Ah! -reaccionó- Sí. Llevamos juntos dos años, más o menos, y viviendo juntos siete u ocho meses, no más

Asentí con la cabeza. En el fondo tenía ganas de conocerla, saber qué otros carácteres podían conquistar el noble corazón de Lucas.

-Vas a poder conocerla hoy, vendrá a por nosotros al aeropuerto.

-Pensaba que vendría Óscar.

-Tenía faena con sus padres, creo.

-Ah, bueno. Pues así la conoceré antes, perfecto -le regalé una sonrisa forzada, no esperaba verla antes que a mis padres...

Nos interrumpió la azafata ofreciéndonos algo para beber, ambos escogimos agua. Sofía desde su asiento nos enseñó su elección: había preferido un café con leche. Saqué mi móvil y le envié una foto con cara de extrañeza.

Transcurrió el vuelo hasta el aterrizaje sin problemas, con risas cuando Lucas me enseñó algunos vídeos de la pequeña Júlia y más risas cuando le enseñé las tomas falsas de los vídeos que grababa para la universidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Transcurrió el vuelo hasta el aterrizaje sin problemas, con risas cuando Lucas me enseñó algunos vídeos de la pequeña Júlia y más risas cuando le enseñé las tomas falsas de los vídeos que grababa para la universidad.

Pasando las fotos de mi galería para buscar algún vídeo nos encontramos con unas fotos que nos hicimos Guille y yo en el Parque del Retiro con un primo suyo que estudiaba fotografía y necesitaba unos modelos. A Lucas le cambió el semblante en menos de medio segundo, menos mal que el vídeo estaba a continuación; las risas amenizaron las malas vibras del momento anterior.

Desembarcamos y recogimos nuestro equipaje. Nos dirigimos a la salida, donde nos esperaba Tamara.

No la conocía, tampoco había visto ninguna foto suya, pero supuse que era la chica de melena pelirroja que esperaba delante de un BMW negro y nos miraba, especialmente su atención recaía sobre el chico que caminaba a mi lado. Lucas también la miraba, aunque sin tanto entusiasmo, puede que por mi presencia o porque las fotos que había visto hacía unos instantes aún le mantenían pensativo.

Llegamos al deportivo y Tamara nos recibió con una amplia sonrisa. Lucas se acercó a guardar las maletas en el coche, mientras, Tamara le daba dos besos a Sofía. En ese momento, sonó mi teléfono:

-¿Ali? ¿Dónde estás?

-G... g... ¿Guille?

-Ali dime dónde estás, cielo.

-Acabamos de aterrizar en Valencia, supongo que ahora iremos a casa de mis padres. Mañana iré a visitar a mi amigo Gabriel, que trabaja en el hospital, y cogeré cita en el ginecólogo.

Volví por míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora