Vivían felices en Canadá, pero una muy mala racha de noticias logra destrozarles la vida y les obliga a rehacer su futuro.
Hay secretos, mentiras, celos, venganza, amistades de la infancia... Y amor.
Alicia, la protagonista, tiene que enfrentarse a...
Al ver a Lucas llegar tan nervioso sabía que nada bueno nos iba a contar, de hecho no lo fue.
Cuando vimos el vídeo empecé a sentir un calor sofocante por todo el cuerpo y me costaba respirar con normalidad; todo era muy confuso, ver a Guillem y a Amanda en el mismo contexto era todo lo que podía ir mal en esos momentos.
-Necesito hablar con Guillem, esto no presagia nada bueno -fui a por mi móvil, pero siempre acababa saltando el contestador automático de las llamadas.
En mi cabeza intentaba relacionar esas dos vidas, pero todos los escenarios eran demasiado irreales.
Nadie más reaccionaba ni intentaba buscar una maldita explicación, solo se miraban con cara de circunstancia.
-No me digáis que esto también lo sabíais -su reacción se parecía a cuando volví de Canadá y tuve que enterarme de todo.
Mi prima negaba con la cabeza, Lucas seguía mirando el vídeo y Óscar miraba un punto fijo en el suelo.
Opté por llamar a Sandra, la hermana de Guille, para ver si ella podía proporcionarme algún dato que se me había escapado.
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-Ali, escúchame y no digas nada hasta que termine toda la historia -me avisó.
-Empieza.
-Quiero que te quede muy claro que yo en todo momento he estado en contra de todos los chanchullos de los que te voy a hablar.
-Sandra...
Mi paciencia empezaba a agotarse y la situación me recordaba mucho a unos años atrás, cuando también intentaba enterarme de las mierdas que hacía Amanda con personas de mi círculo para ir contra mí.
-No te voy a contar todo el árbol genealógico, así que te lo suelto: somos primos de Amanda.
Creo que después me explicó por encima de parte de quién eran familia, pero me pitaban los oídos y mi mente estaba en blanco.
