I. Tiempo

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ACLARACIONES

• Hace años que no me veo Naruto, pueden haber incongruencias y meteré algunos headcanons a mi gustoPuede que no te guste mi contenido, así que, si no quieres leer mi historia, está bien, pero no critiques mi trabajo porque no es de tu gusto

Esta historia contiene:

—Obsesión
—Corrupción
—Dependencia emocional
—Muerte de personajes
—Violencia canónica del universo de naruto
—Amenazas
—Normalización de comportamientos no saludables
—Embarazo adolescente
—Matrimonio adolescente
—Machismo y Misoginia
—Etc.

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Lágrimas empezaron a caer lentamente de los ojos oscuros mientras un sollozo ahogado era estrangulado en lo profundo de su garganta. Un joven se encontraba encorvado frente a una tumba mientras sentía su corazón romperse una y otra vez repitiendo las cruentas escenas que ese trágico día se desarrollaron en aquel puente que trajo esperanza y felicidad a su aldea natal.

Una mano pesada se posó sobre su hombro izquierdo y el joven se estremeció antes de voltearse lentamente con el rostro arrugado por el dolor en su corazón hacia el hombre que le miraba con una ligera simpatía y suavemente lo acercó en un apoyo silencioso.

—Ya han pasado doce años, ¿No es así?

—Quince —corrigió el chico sollozante mientras temblaba y sostenía con fuerza el reliquiario que le regaló su difunta madre—. Han pasado quince años desde que mamá falleció.

—Hmm... —el hombre a su lado apartó la mirada y dirigió su vista hacia el gran puente Naruto.

Kagami sollozó amargamente intentando hundirse aún más en su dolor, recordando con la claridad de una herida a carne viva como su madre murió para protegerlo a él de los hombres del bastardo que aterrorizó su ciudad natal hace antaño, sumergiéndolos en la pobreza y desesperación por culpa de la corrupción y crueldad que yacía en su corazón.

Su Sharingan, recién despertado ante la tragedia, había grabado a carne viva, como si lo hubieran marcado como ganado con un metal ardiente, el día en que su madre falleció frente a sus ojos y lo empujó a un pequeño Genjutsu junto con el grupo de su salvador.

Kagami seguía recordado la trágica historia de amor de su madre y su padre, como él amó a la aldea que lo traicionó hasta el final y como su madre, atemorizada, joven, había escapado de su propia casa, familia y comodidad de nacer en una familia acaudalada para que él viviera sin tener que preocuparse porque algún día le robasen los ojos o lo obligasen a servir a un estado militar que solo le traería tantas penurias.

Su madre era tan joven.

Demasiado joven.

No merecía morir, no merecía vivir en la pobreza para que él no tuviera que preocuparse por amenazas que lo superasen el nivel. Su madre era solo una niña que fue obligada a saltar al abismo de la incertidumbre por culpa de un bastardo corrupto y retorcido al cual su "tío" terminó asesinando años posteriores.

—La muerte de quienes amas nunca se olvidará ni debe olvidarse, pero hay que seguir adelante —torpemente, el hombre dio su apoyo al chico que temblaba como una hoja en medio de un vendaval.

—Lo sé... pero... pero si hay una forma de volver al pasado, aunque sea una estupidez... —murmuró con lágrimas en sus ojos el joven mirando al hombre que le frunció el ceño.

—No digas tonterías, eso jamás sucederá... —el hombre frunció el ceño y de repente empezó a sentir inquietud y miró como el chico empezó a evitar su mirada— Kagami, ¿Qué estás tramando?

—...

—Kagami, incluso por mucho que quisieras recuperar a tu madre, no hay que jugar con el tiempo.

—¡Pero tú también quieres ver a tus padres y hermano! ¡Aun no superas sus muertes, incluso cuando tienes una pareja y una hija!

—Kagami, incluso si yo quisiera volverlos a ver, aunque sea por un día, no me arriesgaría a terminar estropeando toda esta línea temporal, nadie sabe si podremos volver a la tranquilidad de hoy en día. Las cinco grandes naciones están en paz, incluso los pequeños pueblos prosperan. Tienes que seguir hacia adelante en vez de hundirte en el pasad-

—¡Pero podemos cambiarlo todo! ¡S-si tú me ayudas, si Hokage-sama nos ayuda, podríamos tomar el mejor rumbo de todo! ¡Podríamos estar con quienes amamos sin haber perdido a nadie!

—¡Kagami! ¡Reacciona! ¡No puedes simplemente-!

—¡Claro que puedo! —el joven miró con fuego en sus ojos al hombre mayor y el hombre sintió como su estómago se revolvía.

No era odio lo que inundaba su mirada, ni mucho menos resentimiento.

Era pasión, dolor, ambición. Un amor tan profundamente fracturado y enraizado a su adolorido corazón que amenazaba con quemarlo todo. El fuego en sus ojos le recordaba a alguien, le recordaba a un hombre de cabello rubio y ojos azules que gritaba que un día se convertiría en Hokage.

Esto-

—Incluso si no vuelvo a nacer, por favor, asegúrate de que mamá y papá tengan un buen final —Kagami sonrió entre lágrimas y sacó un pergamino.

Manos intentaron atrapar las muñecas del chico, pero antes de que sus dedos encallecidos y enguantados pudieran siquiera tocar la pálida piel del joven, un gran brillo cegó sus ojos y lo obligó a retroceder.

Cadenas de sellos, palabras y números empezaron a emanar del pergamino abierto figuras y símbolos danzaron por el aire mientras el azabache mayor sintió como el oxígeno en sus pulmones se comprimía a la vez su pecho se apretaba agonizantemente, sus ojos enloquecidos trataron de vislumbrar lo que estaba sucediendo más allá de la intensa luz emitida mientras los sellos rápidamente empezaban a envolverlo.

Kagami no estaba.

No, él si estaba, existía, pero su existencia completa estaba cubierta por sellos y números blancos que empezaban a consumirlo por completo hasta que no quedó nada de él.

—¡Kagami...!

La luz cubrió el mundo y luego se desvaneció como si nada hubiese sucedido en primer lugar.



So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now