IV. Decisión

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Las primeras horas, Shisui estaba completa y totalmente desconcertado, aturdido por la situación en el que se encontraba y, las personas a su alrededor, sobre todo los adultos, no se acercaban mucho a él debido a que estaba tan fuera de sí mismo y asumieron que era por culpa de la pérdida de un amigo tan cercano.

La madre de su amigo lloraba amargamente y ni siquiera podía dirigirle la mirada, la familia de su amigo lo evitaba como peste y, al final, él mismo se fue del funeral sin saber ni siquiera como llegó a su casa.

Debías de estar bromeando.

La muerte de él había sucedido hace ya hace Ocho años, ¿Cómo podría estar en el funeral de su amigo? Si esta era una mala broma del destino o la llamada "vista de tu vida antes de la muerte" quería que pasara más rápido.

Pasaron tres días completos antes de que él asumiera lo que estaba sucediendo y no pudo evitar gemir con frustración y angustia, para luego situarse en el espacio y tiempo en el que se encontraba, adaptándose a su situación rápidamente como el jodido ninja que era.

Uchiha Shisui, se encontraba en el pasado.

Un pasado de hace ocho años, cuando él tenía solo siete años.

Mirando sus ojos en el espejo frente a él, solo asentó aún más su resolución de sacudir toda la mierda de Konoha y evitar el descontrol de su clan -tenía ambos ojos, nunca creyó que sería tan feliz y estaría tan aliviado al ver sus ojos frente a su reflejo, jamás se imaginó que estaría tan complacido por algo que antes siempre dio por sentado; que sus ojos, ambos, estarían siempre en sus cuencas oculares, en el lugar donde correspondían-.

Sus -preciados, hermosos, malditos- ojos observaron con agudeza los rostros Hokage y la estructura de la aldea. Era como antes, todos los lugares estaban en sus sitios, pero a la vez no. El Clan Uchiha seguía cercano al pueblo -no excluido, aislado, arrinconado y difamado-, los Uchiha podían vivir en zonas residenciales comerciales y no estaban atados a su distrito.

Paseando por el pueblo, vio la felicidad en la gente, la tranquilidad, la paz...

Shisui, aun incomodo por su situación, habló con las personas felizmente, se integró, adaptó y moldeó a su nueva situación, volviendo a ser una mariposa social que se ganaba la favorabilidad de las personas tan fácil como respirar, con su amplia sonrisa, sus ojos entusiastas y brillantes, con la energía casi infinita que emanaba de su cuerpo.

Si las personas notaron que estaba un poco apagado, no comentaron nada.

Él, cuando era niño, siempre convivió y se mezcló con el pueblo de Konoha, había pocas personas que no lo conocieran y muchas menos que no lo quisieran. Por ello, incluso después de graduarse, no se vio obligado a unirse a la policía de Konoha, llegando a causar estragos porque con su carisma había embaucado a las personas comunes hasta el punto de que estas mismas protestaran para que no se uniera a la Policía Militar de Konoha para evitar que se alejara de ellos y se perdiera con los frívolos Uchiha.

Entonces, se convirtió en un Ninja hecho y derecho bajo el mando del Hokage.

Shisui se paró sobre la roca de los Hokages y observó a Konoha con una mirada complicada, su querido hogar, su pueblo amado, su lugar de residencia, donde nació, vivió y creció, también es el lugar donde murió -donde fue asesinado, donde fue traicionado por el pueblo que juró proteger-. Ahora, no tenía la influencia que tenía antes, solo era un Chunin en el mejor de los casos, uno de siete años al cual nadie toma realmente en serio.

Débil, pensó mirando sus pequeñas manos, sus tiernas y regordetas manos que tenían algunas asperezas, cortes y diminutas cicatrices.

Incluso si Konoha lo traicionó, al fin y al cabo, Shisui sigue amando a su país, sigue adorando a su pueblo natal, aquel al cual juró siempre ser leal y lo fue incluso hasta el final -aun sentía el frio mordiendo su piel y huesos, como su cuerpo húmedo se sumergía más y más en las violentas corrientes de agua, como su débil fuerza era arrastrada por la corriente del espeso y profundo río. Aun sentía sus pulmones ardiendo por aire, sus órganos enfriándose por el frio agua que entraba por su boca y su nariz, el ruido sordo y pesado de las corrientes acuáticas resonando como un disco rayado contra sus oídos. Sentía el veneno corriendo como agua hirviendo por sus venas, el dolor sordo de sus heridas salpicadas por el agua, las costillas y huesos rotos por el impacto con la masa liquida y furiosa que era el rio.-

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now