XLIII. Cuidados posteriores

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Cuando Elise se despertó, su cuerpo dolía por todas partes y un pequeño sollozo escapó de sus labios ligeramente hinchados mientras se apretaba suavemente el abdomen sintiéndolo hinchado y abultado.

Sentía como si la hubiera atropellado un puto camión.

Y no había camiones en este mundo.

Entreabriendo sus ojos nublados, Elise miró a su alrededor con dificultad y luego volvió su mirada hacia su estómago, el cual estaba hinchado y abultado. Los ojos de Elise se abrieron horrorizados al darse cuenta de que, bueno, su vientre estaba abultado de todas las cosas y se removió ligeramente, solo para sentir un ligero choque contra sus caderas y como el brazo que rodeaba debajo de sus pechos la apretaba aún más pegándola a un cuerpo extremadamente cálido.

—¡A-ah...! —un grito ahogado escapó de los labios de Elise a la vez que un chillido escapó de sus labios cuando sintió labios besuquear descuidadamente su nuca y finalmente morderla con ligera fuerza.

—Shh... bebé, es muy temprano para gritar —murmuró Shisui adormilado mientras sacudía ligeramente sus caderas sintiendo su polla ser abrazada exquisitamente con el dulce coño de Elise.

Dios, si pudiera, se quedaría dentro para siempre.

Lastimosamente, no es posible.

—D-duele... —gimió Elise y Shisui ralentizó sus caderas, pero no se detuvo— Me duele mucho el estómago, Shisui...

—Estás llena de mi semen y no estás acostumbrada a ello —Shisui siguió besuqueando el cuello de Elise hasta que llegó a su oído y mordió ligeramente el lóbulo de su oreja—. Pasará cuando el exceso se semen se vaya.

Elise se estremeció al sentir como algo cálido y espeso llenaba aun más sus entrañas a la vez que sentía como las primeras lágrimas caían por su rostro lentamente.

—Vamos a bañarnos bebé, te ayudaré a limpiarte—murmuró Shisui mientras se retiraba y se estiraba en la cama, para luego cargarla con facilidad—. Primero, nos ducharemos para deshacernos del exceso y luego, si quieres, prepararé uno de esos baños de tina para ti.

—Hmm... —Elise asintió mientras avergonzada ocultaba su rostro en el cuello de Shisui.

—Vamos bonita, no te escondas de mí, no hay nada de qué estar avergonzada —rio ligeramente el Uchiha con los bordes de sus ojos ligeramente enrojecidos—. Eres preciosa en cualquiera de tus estados y yo te cuidaré adecuadamente, así que solo muéstrame tus lindos ojos y tu hermosa sonrisa, ¿Sí?

Elise continuó ocultando su rostro en el cuello de Shisui, mientras él continuaba sonriendo como idiota a la vez que besaba tiernamente la cabeza de su novia antes de entrar al baño y empezar a ducharla. La verdad, el daño fue mucho más de lo esperado. Shisui no había planeado para nada haber perdido el control de esa manera y verla mientras la limpia de sus... fluidos, fue simplemente devastador para su corazón.

Su pobre niña... su pobre, pobre Elise.

Mira que ceder a su descontrol y causarle tanto daño, su pálida piel estaba cubierta de mordeduras, chupetones y, trágicamente, moretones causados por su fuerza descontrolada a la hora de hacerle el amor apasionadamente. Shisui fue realmente cuidadoso a la hora de limpiarla, la enjabonó sin segundas intenciones mientras miraba devastado las marcas en su suave piel. Limpió y desenredó su largo cabello rosado hasta que estuvo liso con ligeras ondulaciones y finalmente posó sus manos en su estómago abultado.

Su expresión fue conflictiva durante unos segundos, antes de que se pusiera detrás de ella y suavemente dirigiera su mano libre hacia el coño goteante de Elise.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now