LXVI. Hermanito

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Los nueve meses llegaron más rápido de lo que Elise esperaba, entre cuidar de la salud mental de Kimimaro y Karin, buscar un psicólogo infantil adecuado para los niños y otro para la madre de Kari, hacer el papeleo para la ciudadanía formal de los tres forasteros, darle detalles a sus padres para crear un nuevo medio de trasporte a larga distancia seguro, rentable y rápido como lo sería un tren, hablar un tanto con Asher sobre su novia-no-novia de Kirigakure y plantearle la idea de hacer un puente en un futuro cuando las cosas sean menos caóticas, tramitar la entrada de Kimimaro y Karin a la academia y muchas cosas más, Elise estaba cansada.

Pero también estaba muy feliz.

—¿Estás esperando a tu hermanito, Kimimaro? —habló suavemente Elise mientras apoyaba la pequeña mano del albino en su gran estomago.

Hubiera adoptado a Karin si se le hubiera dado la oportunidad, pero como ella aún tenía a su madre viva, no podía simplemente secuestrar a la Uzumaki menor y ponerle el apellido de su esposo.

Una lástima.

—Mi... hermanito... —Kimimaro suspiró con los ojos brillantes y sin aliento, mirando el redondo estómago de su mamá.

Su madre, quien le había dado a luz, cuando se enteró de su creciente habilidad no dudó en desecharlo como un demonio y entregarle a su padre, por lo que su padre estaba horrorizado con sus habilidad y talento y mató a su madre delante de él por ser una perra inútil y luego lo encerraron en una maldita jaula en donde ni siquiera llegaba la luz del sol.

Pero Elise era diferente, era su mamá, no madre, no quien lo trajo al mundo, no quien lo abandonó.

Su mamá era quien le había dado felizmente el apellido de su esposo y ahora, aunque no compartían sangre, era el primogénito de la familia Uchiha-Kaneko.

Y nadie lo veía en menos por eso.

Incluso la familia de su madre lo había recibido con los brazos abiertos, aun cuando sabían que era un monstruo, incluso después de ver sus desagradables habilidades ellos... ellos simplemente empezaron a hacerle chequeos médicos regulares y a buscar información sobre la estructura ósea de su clan junto con informes médicos y anatómicos para ver si utilizar sus habilidades le hacía un daño inmediato o a largo plazo. Los Kaneko simplemente se preocuparon por él y lo hubieran regañado si no fuese porque su mamá les dijo que eso era algo de él, que no podía negarse a sí mismo y sus habilidades, así que ellos que tomaron el enfoque de mamás gallinas sobre preocupadas por sus polluelos, correteando a su alrededor no vaya a ser que se lastime la piel... cuando literalmente su habilidad desgarra cada tejido dentro de él.

Kimimaro no sabía muy bien como sentirse...

¿Tal vez lo dejarían por este nuevo niño...?

—Como eres el hermanito mayor, debes de cuidar y proteger a tu hermanito menor, ¿Sí? —Elise acarició su cabello suavemente y el albino la miró con sus grandes ojos infantiles— Los bebés son muy débiles y frágiles, hay que tener mucho cuidado con ellos.

—¿Son débiles y frágiles...? —murmuró Kimimaro mirando su abdomen hinchado.

—Mucho, incluso una ramita seca es más resistente que ellos —afirmó Elise asintiendo y el albino se sobresaltó.

—¿Una ramita es más fuerte que ellos? —preguntó escandalizado.

—Hum —Elise asintió.

No es como si mintiera, si una rama seca se cae no moriría ni sufriría daños permanentes.

-porque ya está muerta, pero eso no viene al punto-.

Tampoco le afectarían ruidos fuertes, mala alimentación, etc.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now