So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]

XXI. Uchihas

Elise sabía que no era normal que Shisui estuviera rondando cerca de ella como su segunda sombra y se aferraba siempre que pudiera a ella, tomando su mano o un puñado de su ropa, pero no podía importarle menos. Si ella iba a ser la única que iba a ser una persona racional que trataba a los niños como tal, entonces no le importaba que Shisui se apegara a ella como un patito perdido.

Claramente se aferraba a ella porque no tenía a nadie ni nada más, Itachi puede ser muy amigo de Shisui, pero al fin y al cabo, Itachi tiene este severo palo en el culo e incapacidad emocional que no sirve como para consuelo para alguien y lo más probable es que terminase tan confundido como el principio.

Tal vez tenía una especie de encanto Uchiha o algo así, pero cuando Shisui estuvo en esa horrible misión de casi dos años, Itachi se le empezó a acercar y parece que la empezó a ver como su hermana mayor a medida que pasaba el tiempo.

Si Shisui era quien le enseñaba el camino a través del mundo ninja, ella era quien lo guiaba, aconsejaba y educaba a través del mundo sentimental y social.

Itachi había mejorado mucho en su interacción social con los demás, no es como si fuera una mariposa social, pero al menos ahora no solo tenía únicamente a dos amigos que consistían en Shisui, quien lo entrenaba e Izumi, quien claramente estaba enamorada de él y podía comunicarse con los demás sin causar malentendidos o ganarse el lado malo de las personas.

Elise lo había ayudado a abrirse un poco más y le había demostrado que hacer amigos no iba a ser una distracción en convertirse en el mejor ninja del mundo capaz de detener todas las peleas, sino que le había enseñado que esos amigos que no quería dejar entrar a su corazón, algún día se convertirían en la razón de su fuerza, serían el motor que los impulsaría a levantarse cuando sienta sus fuerzas flaquean y que estarían ahí para levantarlo cuando él mismo no pudiera.

Le enseñó que la fuerza provenía del conjunto y no solo del individuo.

Itachi había progresado mucho más desde que empezó a abrir su corazón, se encontraba más motivado y era un poco más alegre.

Shisui bromeaba con que le habían cambiado a su amigo, Itachi dudaría entre si golpearlo o ignorarlo.

—Entonces... ¿Qué hacemos aquí...? —preguntó inquieta Elise con un bonito vestido simple y su cabello amarrado en dos coletas.

—Te voy a presentar a mi familia —respondió suavemente Itachi—. Ustedes dos son... mis amigos, pero papá ya conoce a Shisui por pertenecer al clan.

—Ya veo... —asintió Elise.

—Aparte, ya conozco a tus padres, es injusto que tu no conozcas a los míos —obvió un poco Itachi y Elise no pudo argumentar nada ante esa lógica.

—Es cierto, nosotros vivimos más en tu casa que en las nuestras —rio entre dientes Shisui y miró con burla a su amigo el cual se sonrojó ligeramente.

Conocer a la familia de Itachi fue... interesante... Mikoto estaba interesada en si ella iba a ser su próxima nuera, pero Itachi lo descartó rápidamente negando con su cabeza y acercándose a su madre para susurrarle algo antes de que ella pusiera una sonrisa traviesa y mirara a Shisui y Elise.

Sasuke... Sasuke era una bolita de ternura andante, pero por mucho que lo fuera, ella le tenía cierto repelús al Sasuke adulto, aunque fuera una opinión impopular... no le agradaba Sasuke en absoluto. Comprendía el odio ferviente hacia Itachi por lo que hizo, lo entendía y tenía todo el derecho del mundo para asesinar a Itachi, incluso si él no era del todo malo.

Lo que realmente le irritaba es que incluso cuando las otras personas a su alrededor hubieran estado dispuestas a ayudarlo en su objetivo, él las alejó y despreció de una maneja repulsiva, incluso llegando tan lejos como para intentar asesinar a aquellas personas que hacían todo lo posible por impulsarlo a mejorar, a ser más fuerte y que llegarían tan lejos por él que lo apoyarían incondicionalmente incluso si no era el camino correcto...