So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]

LXXXVII. Agua

Elise, en su gran paseo para solo disfrute en vez de concentrarse en sus próximos conciertos, inesperadamente hizo que las dos semanas y media se volvieran tres semanas y media, casi volviéndose a cuatro semanas.

Por supuesto, Fugaku tenía problemas con esto debido a su posición como líder de clan y jefe de la policía militar de Konoha, por lo que se tuvo que retirar antes para informar sobre el aplazamiento de la estadía de su esposa, hijo y, a regañadientes, Shisui, con Elise.

Obviamente, Elise, como buen Kaneko desembolsó un pergamino que contenía ocho millones de ryos y se los entregó a Fugaku como precio "razonable" para extender el tiempo de duración de la misión. Por supuesto, el líder del clan miró con incredulidad a la mujer de rostro dulce e inocente por traer tal suma de dinero en...

Aaghh... olvídenlo, simplemente la lógica no se puede aplicar en alguien que se enamoró de un bastardo loco y desquiciado como Uchiha Shisui.

-tampoco es como si Fugaku pudiera descartar por completo el hecho de que Elise hubiera sido manipulada cuidadosamente en un largo y complejo plan para amarlo o que ella estuviera atrapada en un poderoso genjutsu hecho por el Mangekyo del Uchiha, pero aún así, prefiere hacerse el idiota y creer que esos dos realmente se aman y solo es que Elise es demasiado tonta y ciega como para dimensionar el demonio que tiene frente a ella. Todo es mucho más fácil si Fugaku cree que esos dos realmente se aman-.

Entonces, con el pergamino repleto de -demasiado, exorbitante, desmesurado y exagerado- dinero, Fugaku se fue de vuelta a la aldea con dicho pergamino escondido entre los pliegues de su ropa -porque serán ninjas y revisarán los cadáveres, pero nunca serían tan sinvergüenzas como para desnudar un cadáver en mitad de la nada y dejarlo desnudo-.

Y así como así, extendieron el "tiempo de guardia y trabajo" por una semana más para disfrutar de estas largas vacaciones privadas.

Mikoto estaba encantada, hacía mucho tiempo que no podía tener un tiempo para sí misma y Elise estaba haciendo todo esto por ella, mientras le pagaba por sus servicios como Shinobi dándole una excusa perfecta para ausentarse de sus deberes como matriarca del clan y solidificar aún más su posición.

-Para Mikoto, la pequeña civil era como una hermanita, sino como una hija para ella-.

Mikoto esperaba que Shisui cuidara muy bien de Elise o de lo contrario se las tendría que ver con ella.

Itachi estaba estresado, una repentina enfermedad asoló el complejo Uchiha de la noche a la mañana mientras sus padres no estaban debido a que fueron asignados a una misión con el Hokage para escoltar a cierta persona importante que el Daimio quería en su fiesta a toda costa. Por lo que naturalmente, como heredero del Clan Uchiha que se quedó atrás de su familia porque se encontraba realizando misiones Anbu, cargaba con el peso de toda la mierda que estaba sucediendo dentro de su clan.

Joder, incluso pusieron a su clan en cuarentena.

Y como si la enfermedad no fuera suficiente mierda golpeando el ventilador, también hubo dos atentados, uno contra la sede principal de la policía militar y otro en donde estaban las cárceles.

Itachi estaba frustrado, estresado, afligido y muy, muy molesto con toda esta mierda, pero sobre todo triste.

Triste porque había niños, viejos, jóvenes, mujeres, mujeres embarazadas y personas de su clan muriendo sin motivo aparente, saturando el hospital de Konoha y haciendo que Tsunade-sama tenga que trabajar a máxima potencia sin siquiera tomarse los descansos adecuados al igual que todo el personal del hospital.

Y él era tan impotente.

No podía hacer nada, no tenía la habilidad como para saber utilizar ninjutsu médico y ayudar a aliviar el dolor de su clan, no podía hacer retroceder a este enemigo imaginario, porque no había enemigo en primer lugar al cual apuntar y... dios, Itachi se sentía repentinamente diez años más viejo.