LXVII. Maternidad

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Elise arrulló al pequeño Kagami mientras estaba un poco pálida, pero sus mejillas fuertemente sonrojadas sin que su sonrisa boba e idiota desapareciera de su rostro cansado, agotado y con ojeras con el esfuerzo de traer a ese pequeño bebé a este mundo.

Sonidos inentendibles escaparon de Elise mientras arrullaba dulcemente a Kagami, el cual ni siquiera podía abrir sus diminutos ojitos, pero abrazaba a su madre con sus pequeñas manitos regordetas y estaba plácidamente tumbado entre sus suaves senos.

Su pequeña boquita se aferró al alegre relieve en el pecho de su madre y metió todo lo que pudo en su diminuta boquita, el primer reflejo del pequeño bebé al tener su boca llena del alegre pezón de su joven madre, fue el de empezar a succionar suavemente.

Al principio, nada salió del pecho de Elise y ella se paniqueó ligeramente, ¿No tenía suficiente leche? ¿Se le había acabado? ¿Su esposo fue demasiado codicioso en los momentos íntimos? Mientras el pánico y la tristeza empezaban a invadirla, la enfermera suavemente la calmó diciendo que lo primero que saldría sería el calostro, que está compuesto por inmunoglobulinas, agua, proteínas, grasas y carbohidratos que le proporcionaran al recién nacido todo lo que necesita.

Luego, la amable enfermera empezó a explicarle que el recién nacido no tenía un horario fijo para tomar leche y que puede tomar pecho entre 8 y 12 veces por día, el pequeño Kagami tomaría la cantidad que necesite y que cuando se vacíe un pecho, debería colocar al pequeño lactante en su otro seno, ya que es muy importante que ella tenga en cuenta que cuanto más tiempo esté el bebé al pecho, más succionará y más se activará la producción de leche.

Entre varias cosas, la mujer le habló sobre la "subida/bajada de la leche" y Elise gimió con exasperación al escuchar que sus senos podrían crecer incluso más después de que se produzca una vascularización de las mamas, pero la mujer le dijo que no se preocupara del dolor, ya que como el pequeño Kagami se pegó casi de inmediato a sus senos y empezó a succionar, la venida sería más tolerable y paulatina, pero que debe darle pecho cuando quiera y como quiera, así la subida de la leche puede ni notarse.

También le dio tips para identificar si su bebé tiene hambre, como meterse las manos a la boca, hacer movimientos de succión o abre la boca esperando pecho. Ella no debería esperar a que llore, sino que cuando note esas pequeñas señales, darle pecho de inmediato.

—Y algunos bebés permanecen adormilados los primeros días de vida, por lo que es recomendable ponerlos piel con piel para estimularlos y darle un fácil acceso al pecho, pero se recomienda que, si han pasado entre 3 y 5 horas desde que fue la última toma de leche, el bebé debe ser despertado suavemente para ingerir leche. Si el bebé sigue excesivamente somnoliento, avise a los pediatras contratados específicamente para el pequeño Kagami-sama. Esto son consejos para los primeros días del recién nacido, luego él mismo se despertará para pedir alimento cuando se les necesite...

Los próximos tres días, Elise estuvo cubierta por nada más que una delgada manta mientras sostenía a su pequeño hijo, caminando por su hogar y habitación sin camisa o sostén, mirando con adoración a su pequeño paquete de alegría entre sus brazos que dormía suavemente o se alimentaba energéticamente de sus pechos.

Por supuesto, se aseguró de no descuidar al pequeño Kimimaro el cual miraba con maravilla lo pequeño que era su hermanito menor.

—Es... diminuto —habló suavemente el albino, casi sin aliento—. Él... Kagami es tan pequeño como... como para que papá pudiera cargarlo con una sola mano.

—Si, es muy pequeño —sonrió Elise mirando a su diminuto bebé—. Cuando eras pequeño, tú también debiste ser así, al igual que Shisui y yo.

—¿Papá tan pequeño? Imposible —habló sin aliento Kimimaro y Elise soltó una pequeña risita.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now