XII. Minato

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En algún momento de su vida, Elise se dio cuenta de que los recuerdos de su antigua vida se estaban borrando más y más. No recordaba su nombre, su rostro, quién era, qué hacía, donde vivía, en qué trabajaba, en qué escuela estudió, el rostro o nombre de sus amigos o de sus compañeros de trabajo.

Y ella no necesariamente estaba molesta o ansiosa por ello, sino que lo aceptó cómodamente y siguió escribiendo la letra de las canciones que recordaba, intentando buscar todas las melodías e instrumentales que recordaba para dichas canciones mientras seguía con su segunda vida como si nada.

No necesariamente se estaba olvidando de todo, pero aun recordaba algunas cosas, aunque vagas.

Ella sabía que estaban ahí, como se suponía que funcionaban, que hacían y esas cosas, pero a la vez no.

Sabía que había tenido una segunda oportunidad, que era una fanática de los dulces (quizás por ello mismo comía más dulces que comida, una forma de recordarse a si misma, aunque sea por un instante, que ella no era perteneciente de este mundo), que le gustaba hornear dulces y preparar comidas, que amaba dibujar y pintar.

Pero lo más importante, recordaba el mundo en el que había reencarnado; Naruto.

Aunque después del ataque del Kyubi su teoría de estar en el mundo de Naruto de asentó completamente en su cabeza como un balde de agua fría que la dejó entumecida durante días, el tiempo posterior a ello cuando salió de su entumecimiento fue lo que la aturdió y confundió completamente volándole completamente la cabeza, dejándola aún más vulnerable y recia a entremezclarse con el mundo ninja.

Minato y Kushina estaban vivos.

Jiraiya estaba en la aldea.

Tsunade había regresado luego de su autoimpuesto exilio.

El orgulloso Clan Uchiha estaba abriendo las puertas de la policía militar de Konoha y no era exiliado.

Y aunque no podía estar segura del todo, creía que el poder de Danzo y el consejo de Konoha había disminuido considerablemente desde que Minato aseguró completamente el sombrero sobre su cabeza luego del incidente del Kyubi y su impecable desarrollo como comandante y líder en una situación de crisis extrema para la aldea, en donde esta misma tuvo daños mínimos para un desastre de tales magnitudes.

Todo era tan distinto de sus recuerdos, que Elise estaba completamente aturdida y confundida. No podía confiar en sus propios recuerdos y eso la aterraba porque quería seguir aferrándose a esa persona desconocida que algún día fue y ya no sigue siendo, pero a la vez, muy en el fondo, muy subconscientemente en su interior, ella quiere liberarse de quién fue en el pasado porque esta era una nueva vida y estaba completamente vulnerable entre sus dos ideologías.

Hasta que llegó un Shisui salvaje que rápidamente se aferró a ella tercamente y Elise ya no tenía dudas de qué hacer.

Se olvidaría de su antiguo yo.

No es como si pudiera hacerlo, aunque lo está haciendo. Es solo... que ya no se aferraría tan autodestructivamente a su antiguo yo, sino que tomaría lo que le beneficiara en esta vida y lo demás lo olvidaría, sería egoísta y pondría a sus beneficios y a ella por delante. Ahora era Kaneko Elise, la hija menor de la acaudalada familia Kaneko, la cual era consentida y mimada por sus seres queridos hasta los huesos porque la amaban muchísimo.

Ella era una niña que le gustaba el arte, la música y el canto, que amaba los chocolates y cocinar de vez en cuando, una niña que se había hecho, improbablemente, amiga de un poderoso y renombrado shinobi, "Sunshin no Shisui". También era una niña que había entrenado con sus hermanos defensa personal, que sabía moldear ligeramente el chakra, que admiraba las habilidades ninjas y era fanática de ellas, pero jamás querría aprenderlas por el esfuerzo y la dedicación que tendría que poner para aprender algo que nunca usará en su vida o que la obligarían a seguir el sendero ninja.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now