XX. Preocupación

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Elise miró nerviosamente a su familia reunida y apretó la mano de Shisui debajo de la mesa.

—Entonces... sobre la entrevista... —inició suavemente Yoshi con una pequeña sonrisa tensando aun más a Elise y asustándola hasta el punto de encoger a su hija.

—¡Lo hiciste muy bien, mi linda hija! —exclamó su padre levantándose de la silla y golpeando sus palmas contra la mesa.

—¡Exactamente! ¡¿Quién se cree esa perra para intentar Obligarte a casarte?! —gritó lívido de furia Asher.

—¡Así es, aun eres muy pequeña! ¡Yo recién empiezo a tener mi primera pareja y tengo casi veintiocho! —exclamó Natsuo, el mayor.

—¡Es cierto! ¡No es justo que a los hombres no se les presione a casarse, pero a una niña pequeña como tú, sí! —exclamó enojado Asher.

—Tienes razón, a las Kunoichi se les permiten muchas cosas siendo mujeres, no es justo que otras mujeres no tenían los mismos derechos. Me parece enfermo esos matrimonios concertados con grandes diferencias de edad, las mujeres no son objetos —habló de brazos cruzados Kiriya frunciendo el ceño y haciendo una mueca de disgusto.

Era el mediano, tenía veinticinco años y nunca en su vida se la había presionado para casarse y tener hijos, eran las mujeres las que se le tiraban encima y era principalmente debido a la desesperación de no conseguir un marido temprano y no terminar como solteronas, muchas kunoichis talentosas habían sido tachadas en desgracia por culpa del estúpido estándar y se veían obligas a acostarse con un tipo al azar y dejar su puesto como Kunoichi.

En su desesperación, algunas de sus compañeras incluso le habían pagado para que fingiera ser su pareja o prometido frente a sus padres. Aunque no aceptaba esto a menudo, las pocas veces que lo hizo, se sintió enfermo como los padres seguían presionándola para que se embarazara y dejara su carrera ninja, incluso sus compañeras se veían apaleadas por tan comportamiento y se sentían tan abandonadas y avergonzadas por sus padres.

Kiriya era una rompe corazones, pero no por gusto, sino porque simplemente las trataba como iguales en vez de máquinas de cría.

Era sorprendente la cantidad de mujeres que se enamoraban de él solo por tratarlas con el mínimo de respeto básico.

—Escuché... que la mujer que te entrevistó tuvo ciertos... problemas con su marido y su trabajo —sonrió con los ojos cerrados Yoshi.

—Yo igual... creo que ella se vio involucrada en... las drogas —asintió lentamente Kiriya mirando a su madre con una pequeña sonrisa que no llegaba a sus ojos ligeramente arqueados.

—Si, el lugar en que te entrevistaron... tengo entendido que cayó por culpa de problemas internos y fue consumido por otras empresas —su madre se rio encantadoramente.

Shisui miró con una cara de póker toda la escena que se estaba formando frente a él.

—Antes de que se calmen... —habló Shisui viendo como el aura maliciosa estaba disminuyendo— Quiero reportar lo que le dijo el representante a Elise por la entrevista...

El infierno se manifestó en forma física.

Shisui se recostó en la silla mirando como el mundo ardía.

Elise estaba hecha bolita debajo de la mesa horrorizada por las mil formas de arruinar a alguien que estaban discutiendo su familia.

Shisui estaba orgulloso de su trabajo.

Itachi, que en los dos años que Shisui se había ido se había hecho cercano a los Kaneko y a Elise, miró la situación por la ventana de la casa y lentamente se fue alejando.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now