XLI. Lágrimas [NFSW]

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Cuando Shisui esperaba que llegara la noche de bodas, nunca imaginó que el momento de tan apasionante encuentro en donde no solo sus corazones quedarían desnudos, terminaría en él aferrándose a Elise mientras lloraba como un niño pequeño, solo para ser abrazado tiernamente por su amable y dulce esposa, que simplemente le diría cosas bonitas y lo arrullaría contra sus suaves senos, jamás diciéndole que deje de llorar o mirarlo con algo diferente que no sea el profundo amor que ella siente por él.

Originalmente, tenía planeado hacerle el amor hasta que ambos se desmayaran, quizás incluso seguir haciéndolo hasta que llegaran las mucamas al día siguiente a limpiar la habitación y gastarle alguna broma a Elise, tan vez tentar su suerte follándola debajo de las frazadas mientras las sirvientas preparan el baño para una ducha mañanera.

No esto, que mientras las mujeres hacían su trabajo, Elise escondía amablemente su rostro lloroso y rojizo por el llanto entre sus suaves senos, acariciando sus cabellos mientras besaba dulcemente su cabeza como para consolar a un niño pequeño.

Shisui estaba avergonzado, demostrar tal estado de vulnerabilidad...

Él no estaba actuando como un shinobi se supone...

Se supone...

Se...

Él no puede pensar mientras sus agudos oídos escuchan suavemente el palpitar del corazón de Elise contra sus oídos, no puede pensar mientras inhala su dulce aroma, siente el vibrato de su voz, como sus respiraciones mueven su pecho, como el calor de su cuerpo lo calienta de una manera tan deliciosa que solo quiere quedarse dormido y no despertar jamás.

Shisui sentía sus ojos picar ligeramente.

Elise simplemente lo abrazó con más fuerza al sentir su temblor.

No fue hasta medio día en donde Shisui se repuso de su desbalance emocional, que ambos estaban en la ducha y él estaba arrullado entre los brazos de Elise quien lo mimaba suavemente.

—Lo siento... —murmuró avergonzado.

—No hiciste nada malo —habló suavemente Elise y tomó el rostro de Shisui entre sus manos, obligándolo a mirarla—. No hiciste nada malo —la sonrisa suave, los ojos amorosos...

Shisui sintió que nuevamente iba a llorar como un bebé.

¿Cómo es que tenía tanta suerte?

—P-pero...

—Llorar está bien Shisui, está muy bien —Elise suavemente besó su mandíbula hasta sus ojos rojos e hinchados—. Llorar es bueno, libera el alma del dolor, la tristeza, la pena y todos los sentimientos embotellados que apremian nuestra alma de dolor —los besos salpicaron todo el rostro sonrojado del hombre—. El llorar no nos hace débiles, solo significa que llevas un largo tiempo siendo fuerte. Todos nacemos llorando, ¿Verdad? Lloramos porque necesitamos aire, porque necesitamos sacar lo que nos duele para seguir adelante.

—P-pero... el código shinobi...

—Permitirse llorar nos permite ser humanos, aunque sea por un momento, nos permite, de alguna manera, no ahogarnos en nosotros mismo, saber cuándo llorar es una forma de saber que estamos vivos, que seguimos sintiendo —Elise apoya una de sus manos sobre su pecho; sobre su corazón.

Shisui jura que sentía la mano de Elise acariciar suavemente su corazón.

—Llorar, es una forma de sanar —Elise junta sus frentes suavemente y Shisui se siente patético cuando una vez más las lágrimas caen por su rostro.

Lágrimas por siempre estar luchando.

Lágrimas porque alguna vez odió matar.

Lágrimas porque ahora es indiferente a matar.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now