VLII. ¿Adoptar? [NFSW]

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Cuando Elise miró al pequeño, flaco, desnutrido y agotado niño albino que sostenía Shisui, ni siquiera se puso a cuestionar el cómo era posible que Kimimaro estuviera en posesión de su lindo esposo y rápidamente llevó al niño a sus brazos y empezó a buscar cualquier herida, limpiando cualquier rasguño e instándole a comer sin despegar sus preocupadas manos del niño albino.

Durante el resto del viaje, Kimimaro estuvo condenado a prisión de abrazos y con comida sólida y sabrosa entrado en su boca, incluso si Shisui estaba algo irritado porque un niño le quitara la atención de su esposa, la linda Elise le dijo que ella le compensaría todo cuando estuvieran en el hotel.

Kimimaro miró la comida fijamente y dudosamente tomó la cuchara plateada como animaba la extraña mujer.

Ella era... cálida.

Kimimaro se pregunta si así es como debería ser una madre.

Él nunca tuvo una, no la conoció y en su clan todos eran idiotas que estaban con la cabeza llena de batalla.

Él lo odiaba.

Lo encerraron, nunca vio la luz del sol y la única mísera vez que lo sacaron de su jaula, fue para masacrar a una aldea.

Sinceramente, él no tenía motivos para vivir y su "padre" le temía tanto como para dejarlo encerrado pudriéndose en una jaula con sellos. Odiaba a su padre, quería matarlo.

Entonces llegó un hombre de ojos rojos con una niña pelirroja en sus brazos.

Él se preguntó si debería matarlos para cumplir las órdenes de su padre, pero el chico ni siquiera se volteó para destrozar a su padre cuando cadenas doradas escaparon de la espalda de la niña y mataron a su padre con una facilidad asombrosa.

Bueno, ahora no tenía porqué seguir órdenes, su padre estaba muerto.

No tenía motivos para seguir con vida y seguramente si volvía con el resto de su clan, estos volverían a encerrarlo en una diminuta jaula dándole apenas comida suficiente para no morir -o tal vez ni eso, quizás intentarían matarlo, quizás ni siquiera lo alimentarían en primer lugar y lo dejarían morir de hambre-.

Entonces el hombre tendió su mano proponiéndole venir con él.

Kimimaro aceptó, ya sea que lo mataran o lo usaran, él no tenía propósitos propios en su vida y no había nada que perder cuando desde el principio no tenía nada.

Él no esperaba nada realmente, pero la calidez del brazo del hombre en su cuerpo era... extraña... agradable.

No sabía que pensar, pero se aferró a esa calidez incluso si no era dirigida intencionalmente a él.

Entonces conoció a esa extraña mujer de cabellos rosados que lo miraba con ojos tan tristes y aguados, Kimimaro no sabía que pensar, pero ni siquiera actuó cuando ella se abalanzó sobre él, ¿Para matarlo? Pero no sucedió lo que esperaba y, en vez de los fríos brazos de la muerte abrazándolo, fueron los cálidos brazos burbujeantes de la mujer lo que lo dejó sin aliento y tieso.

No lo entendía, de alguna manera, sus brazos parecían quemar en su piel, eran sofocantes, ahogantes y...

Y se sentían muy bien.

Incluso si sus grandes pechos presionaban contra su cara y lo ahogaban, los brazos de la mujer dándole un cálido abrazo por primera vez en su vida hicieron que su corazón latiera rápidamente y quisiera llorar.

Él nunca lloraba, no importa si lo hacía porque nadie iría a por él, porque a nadie le importaban sus lágrimas.

La mujer extraña, Elise, el nombre que el azabache de, ahora ojos negros, administró bruscamente, era una mujer burbujeante, cálida y extraña. Si tuviera que representarlo de alguna manera extraña, diría que ella era como la vida y el azabache, Shisui, nombre que suavemente le brindó Elise, era como la muerte.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Where stories live. Discover now