LXIII. Adib

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Cuando por fin llegaron al lugar, Elise quedó enamorada a primera vista.

A pesar de que era de noche, parecía de día. Luces azules, turquesas, violetas, fucias, verdes, moradas y rojas irradiaban de todos lados, las casas eran discretas y apenas las notarías entre ese maravilloso espectáculo de luces naturales.

Elise amó el lugar.

Los niños se sorprendieron por el hermoso lugar

Los ninjas estaban alertas por si estos hongos eran perjudiciales de alguna manera para Elise o los niños.

Mientras tanto, Shisui miraba felizmente a su esposa correr por todos lados con una gran sonrisa en su rostro y arrastrar a dos enérgicos niños hacia la aventura. Shisui estaba complacido de como Elise dejaba ver su abdomen de cuatro meses tranquilamente en ese ajustado vestido salmón apagado que tenía volantes sobre sus senos. No era una tela que le impidiera nada, de hecho, Shisui siente que es una tela bastante adecuada porque es muy suave y es elastizada, por lo que podía disfrutar de ver los cambios en el cuerpo de su linda esposa mientras cuida de dos niños.

Elise es tan adecuada para ser madre.

Es una lástima que ella prefiera vivir una vida libre y ocupada en vez de ser una linda ama de casa rodeada de niños, él amaría ver a Elise constantemente embazada, saludándolo con una bella sonrisa mientras cocina para él la cena, sosteniendo un bebé contra su espalda con una tela amarrada firmemente a su pecho y un niño pegado a su cadera mientras sus otros hijos corren por la casa.

La idea de tener a varios niños para que ella sea incapaz de irse de su hogar hacía que su polla se endureciera, pero él aceptaría que tal vez Elise no quiera esa vida, por lo que él lo aceptará felizmente si eso es lo que ella quiere y la hace feliz.

Mientras esté con él, a Shisui no le importa nada más.

Elise miró emocionada el lugar, sus ojos brillaban en cada interacción y Kimimaro sostenía suavemente su mano mientras era arrastrado por ella por el lugar. Puede que el niño pareciera frio e indiferente, pero algo dentro de Elise le decía que él estaba sorprendido e igual de emocionado, incluso podía decir que sus ojos brillaban a diferencia de cuando Shisui lo trajo a su grupo.

Por otro lado, a diferencia del silencioso y calmado albino, Karin era ruidosa y energética, su madre tenía una gran sonrisa mientras miraba con ojos melancólicos a su preciosa pelirroja correr por el lugar señalando todo con una gran sonrisa en su rostro.

Tal vez fue suerte u obra del destino, pero llegaron justo cuando se instaló un parque de diversiones, por lo que obviamente Elise instó a estos desdichados niños a subirse a todos los juegos posibles, incluso si ella misma no podía subirse a los juegos debido a su estado embarazado, pero no había problema alguno si empujaba a su esposo a la fila para que cuidara de los niños mientras Keira los acompañaba.

Elise estaba un poco confundida, Keira sin duda alguna la adoraba, pero a Shisui parecía tenerle cierta desconfianza y animosidad, así que esperaba que cuidar de los niños pudiera disminuir, aunque sea un poco, sus diferencias.

Mirando con una gran sonrisa como su esposo y Kimimaro estaban subidos a los juegos, Elise esperó pacientemente junto con el señor que accionaba el juego mientras alentaba al albino a tranquilizarse y disfrutar de la atracción ya que Shisui lo cuidaría.

El señor la miró de reojo.

—Entonces... ¿Él es tu hijo...? —preguntó el señor mirándola de arriba abajo.

La chica, era demasiado joven, a menos de que tuviera alguna forma de mantener su juventud permanentemente, el hombre duda que sea madre realmente, pero por el pequeño bulto en su estómago y su renuencia a subirse al juego, tal vez pudiera estar embarazada.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz