So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]

XV. Despertar

Cuando Shisui se despertó, se encontraba mareado y aturdido. Ni siquiera sabía donde estaba, pero como ninja entrenado, rápidamente empezó a buscar formas de escapar del lugar e información para saber donde se encontraba, o al menos así fue hasta que sintió la suave calidez a su costado y miró como el suave brazo de Elise rodeaba su cintura y ella se encontraba dormida.

Sus ojos rápidamente se dirigieron al reloj que se encontraba en una pared cercana y se dio cuenta de lo tarde que era... ¿O temprano? Eran las tres y media de la madrugada, por lo que era normal que Elise se encontrara durmiendo tan profundamente, pero había algo que no entendió y era, ¿En qué momento se quedó dormido?

La verdad es que su cerebro se encontraba total y completamente molido, no entendía lo que estaba pasado y sentía como si su cuerpo estuviera flotando en nubes de algodón, pero por más que intentara recordar algo, no podía.

Solo recuerda que le hizo un masaje a Elise y luego la cargó para llevarla a su hogar para que duerma más cómoda y... ¿Y él realmente lo hizo...? No recuerda haber llegado, solo que la cargó y la intención, entonces, ¿Realmente llegó o les sucedió algo en el camino? Su dolor en la cabeza era demasiado intenso y, por las máquinas que se encontraban a su alrededor, podía asumir vagamente que era una especie de sala de hospital.

Claro, nunca había visto máquinas de hospital tan extrañas y de aspecto tan avanzado, pero... ¿Tal vez renovaron las viejas máquinas del hospital de Konoha? Pero algo se sentía mal, las habitaciones del hospital de Konoha no eran tan... grandes y lujosas.

Shisui se puso alerta cuando vio a una mujer desconocida entrar a su habitación e instintivamente arrastró el cuerpo dormido de Elise contra el suyo y sus manos se dirigían a donde se encontraban habitualmente sus kunais. La primera señal de alerta que recibió el Uchiha, fue que sus armas no se encontraban en su lugar, la segunda fue que la señora tenía una buena cantidad de chakra y la tercera, fue como intentó convencerlo de que se alejara de Elise.

La señora le explicó que se encontraba en el área médica de la mansión de los Kaneko, pero había algo, algo muy en el fondo de la cabeza de Shisui, que le decía que esa mujer era peligrosa y que no todo era como debería ser.

La mujer continuó hablando del chequeo médico completo que recibió, pero en el momento en que las manos de la mujer se elevaron por el cuerpo de Elise, Shisui agarró la mano de la mujer bruscamente por la muñeca apretándola dolorosamente cerca del punto de ruptura.

La cuarta señal, fue como ella ni siquiera se inmutó ante el dolor de que su muñeca esté casi siendo destrozada.

Rápidamente, Shisui puso a Elise sobre su hombro y se alejó dando varios saltos lejos de la señora.

Sus ojos rápidamente buscaron cualquier clase de señal de malas intenciones en esa mujer. La señora, que en realidad no era vieja en absoluto, ni siquiera se inmutó al ver sus acciones y se precipitó hacia él con un bisturí en la mano, contantemente teniendo un rostro vacío y desprovisto de cualquier emoción.

Antes de que Shisui pudiera siquiera hacer algo, una mano salió disparada detrás de la mujer y la agarró por la nuca rompiéndole el cuello.

—No te atrevas a intentar tocar a mi hermanita.

Siseó una voz aterradora y asesina que hizo que Shisui sintiera los pelos de punta y puso rápidamente a Elise detrás de su espalda mientras buscaba cualquier arma para atacar a quien quiera que sea que había matado a la señora. El cuerpo de la mujer fue tirado bruscamente hacia una de las paredes médicas como si no fuese menos más que basura que se interponía en su camino y afilados ojos celestes con un frívolo toque grisáceo lo miraron asesinamente.