XXXV. Cine ⚠️ [smut]

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ADVERTENCIA:

Este capitulo contiene:

Toques inapropiados, masturbación pública, menciones de película erótica, abuso de confianza, ligero exhibicionismo, ligera/ discreta humillación pública

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Elise se despertó incómodamente acalorada.

Sinceramente, lo que más odiaba de Konohagakure desde que renació fue el insoportable calor de verano, eran calores húmedos y bochornosos que te dejaban empapados en sudor de pies a cabeza, no había parte de tu cuerpo que se salvase de sudar como puerco y sospechaba seriamente que, si ponías una sartén debajo del sol durante unos minutos y luego rompieras un huevo en la sartén caliente, este probablemente se freiría sin la necesidad de fuego.

Por lo tanto, razonablemente ahora ella era una especie de charco de sudor con forma humana.

Un quejido de frustración salió de sus labios cuando sintió movimientos en su espalda, provocando que ella se quedara tiesa y en shock al sentir la inminente presencia de alguien a sus espaldas. Un sudor frio la recorrió por completo al sentir unas grandes manos sobre sus pechos y como se restregaban con su trasero.

Elise estaba 100% segura de que se fue a dormir completamente sola y Shisui le había asegurado de que llegaría hoy en la tarde o noche, entonces... ¿Quién estaba en su cama?

Atemorizada, Elise volteó lentamente la cabeza para luego suspirar aliviada.

Menos mal, solo era Shisui...

Solo era Shisui...

Shisui...

¡Shisui el maldito calentador con patas! ¡Ese hombre seguramente era más fuego que hombre! ¡Con razón estaba empapada de sudor si es que a ese horno de lava hirviente era un fanático de los abrazos apretados!

Lagrimas dramáticas escaparon de Elise sabiendo que su terrible destino era ser una almohada para ese calentador con patas.

Maldita sea, incluso ahora se estaba volviendo frecuente que despertara con las garras de Shisui sobre sus suaves y dulces pechos mientras que sus caderas chocaban contra las suyas intentando traspasar su ropa, ¿Qué era? ¿Un perro en celo? Porque a Elise, ese comportamiento seriamente le recordaba a esos perros que se montaban a las piernas de sus dueños, aferrándose a sus pantorrillas o muslos mientras mueven sus pequeñas y cortas patitas intentando satisfacer sus sucios deseos en la pierna de su amo.

Ama a los perros, pero no su calentura.

En humanos puede medio aceptarlo a regañadientes, al menos a Shisui porque es guapo, atractivo y su novio, a otras personas, no, definitivamente no.

—Miren quien se levantó, por fin se despierta la bella durmiente —habló sarcásticamente Elise aun con sus pobres senos atrapados por las grandes palmas del azabache.

—¿Mmm? —gimió Shisui adormiladamente abriendo sus ojos desenfocados.

—¿Soltarías mis pechos de una vez? —preguntó Elise con un ligero atisbo de irritación.

Ño... mis manos están cómodas —negó infantilmente Shisui y, para demostrar su punto, apretó ligeramente sus manos y Elise gimió.

—¡Vamos, quita tus manos de mis senos! ¡Es incomodo! —habló sonrojada Elise.

So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora