So Mine [Yandere! Uchiha Shisui]

LIII. Esposo

Shisui, desde que se enteró de Kagami debido a sus visiones poco esclarecedoras del futuro incierto, empezó a desear -desesperada y casi obsesivamente- el matrimonio y sentar cabeza con Elise como su linda esposa -y adorable ama de casa-. El día de su boda lo imaginaba como algo de celebración en donde tendrían una corta e íntima Shinzen shikki (ceremonia tradicional) que la celebrarían en uno de los salones principales del santuario Uchiha dedicado a la diosa Amaterasu.

Primero, entrarían sus invitados como dicta la tradición, luego, su linda y adorada Elise entraría de la mano de su madre, cubierta de pies a cabeza de blanco para mostrar su inmaculada pureza a los dioses, su wataboshi cubriría el Tsunokakushi que esconde los "cuernos de los celos" de la novia, que simbolizan la predisposición de Elise para dejar de lado sus celos y egoísmo para convertirse en su dulce pareja de por vida, una hermosa esposa amable y obediente que cumpliría las palabras de su marido con estricto rigor y saldría de la mano de, si esta acepta ser su representante materna, Mikoto-san ya casada con él.

-y entonces sería toda suya, para la eternidad. Elise ya no tendría otra escapatoria de él porque al sellar su matrimonio ante los ojos fieros de la Diosa del Sol, Amaterasu. Estarían unidos por un voto divino más allá de la comprensión humana, en donde la misma Amaterasu O-Mikami grabaría un sello a rojo vivo en sus almas que los haría sufrir eternamente si rompían sus votos, donde su linda y adorada Elise sentiría que se está quemando viva cada vez que lo engañe (aunque si fuera una Uchiha pura, sus ojos se derretirían, su útero quedaría inutilizado y se sentiría quemar en vida hasta que inevitablemente muera y sea enviada al Yomi) y si él hiciera tal cosa, sus ojos se derretirían en su rostro tramposo y profano que se atrevió a dañar a su amada Elise, sufriría los castigos directos por ser uno de los hijos de Amaterasu sintiendo el fuego recorrer su cuerpo quemando su alma, desgarrando sus entrañas, derritiendo su ser hasta sufrir el mísero final en donde ni sus cenizas quedarían.-

-Porque Amaterasu odia la deslealtad e infidelidad. Ella nació del ojo izquierdo de su padre cuando se purificaba tras su intento fallido de rescatar a Izanami, su madre, del Yomi. La lealtad y amor ciego de su impaciente padre le dieron la vida, pero fue la deslealtad y la carencia de amor suficiente lo que llevaron a su madre, Izanami a ser encerrada en el yomi por la eternidad y la hicieron odiar el mundo, aborrecer tanto la vida por el amargo desamor y el rechazo que sintió su esposo ante ella que Izanami lanzó una terrible maldición casi pudo destruir la vida como tal: "cada día, mil humanos morirían" dijo, y su padre, casi burlón y con desdén declaró: "entonces haré nacer mil quinientos."-

Y él entraría, si logra convencer -aunque siente que es una misión casi imposible-, junto con Fugaku-sama y saldría junto con él para que ambos pudieran admirar, afortunados y agradecidos de tener, a sus hermosas esposas caminado de la mano.

Todo esto se desarrollaría con la sobriedad y solemnidad correspondientes, sin ninguna expresión que delate sus verdaderos sentimientos de felicidad, alegría -obsesión- y júbilo, las cuales serían reservadas para la fiesta de después de la corta ceremonia.

Ambos intercambiarían una oración en japonés antiguo y luego intercambiarían el "juzu" a continuación de los, oh, tan esperados, anillos que sellarían sus destinos como una pareja casada. A continuación, el sacerdote recitaría una plegaria y procedería con el Sansakudo mediante el cual sellarían su unión mientas manifiestan el deseo de alcanzar la felicidad suprema.

Y entonces, cuando terminen de beber el "San San Kudo" que representa el cielo, la tierra y el ser humano, estarían unidos a los dioses y Amaterasu habría bendecido su unión eternamente -porque para los Uchiha, no existe el divorcio. Cuando te comprometes a amar a alguien, lo amas hasta la muerte y de vuelta.-