Pequeño lobo arrepentido.

20. Recopilación de suministros.

A eso de las cinco de la mañana, cuando Zhang Zhi aún dormía, Qin Chi salió con Lao Yuan y los demás. Viendo que la situación en el mundo era cada vez peor, tenían que darse prisa.

En el camino, Mu Zi estaba sosteniendo un iPad viendo videos en YouTube y de repente exclamó:

-¡Dios mío, Lao Yuan, Qin Ge, tienen que ver esto! ¡Da demasiado miedo!

Lao Yuan, sentado en el asiento delantero, le quitó la tablet y gritó:

-¡¿A qué viene tanto alboroto?!

Habían viajado por muchos lugares y habían visto muchas cosas extrañas, ¿qué fue lo que vio Mu Zi para que se pusiera tan nervioso?

Qin Chi estaba conduciendo y no se atrevía a mirar a su alrededor. Sintió que la respiración de Lao Yuan se hacía cada vez más pesada y rápidamente volvió su mirada a la carretera, preguntando:

-Mu Zi, ¿qué viste?

Mu Zi en el asiento trasero dijo nervioso:

-Vi un video que publicaron unos extranjeros. Parece que en una iglesia han aparecido cosas parecidas a los zombis.

Qin Chi detuvo inmediatamente el coche y fue a ver el video con Lao Yuan.

El video solo duraba unos segundos, pero Lao Yuan ya lo había visto muchas veces, con una expresión seria y severa en el rostro.

Cuando el vídeo empezó a reproducirse, el sonido de fondo era muy ruidoso, como si el funeral se celebrara en una iglesia, había un montón de sacerdotes rezando el Padre nuestro en nombre de los familiares del difunto, el sonido del luto y la música triste se mezclaban, y también se oía una vaga voz que lloraba.

Al lado del sacerdote había un ataúd, la tapa no estaba cerrada.

La difunta era una joven vestida de blanco, que yacía tranquilamente en el ataúd adornado de flores blancas, con una cara pálida y sin vida.

Durante los primeros segundos, no hubo nada inusual en el video. Fue solo alrededor del décimo segundo que los ojos de Qin Chi se estrecharon.

Habiendo experimentado una brutal guerra de supervivencia en su vida pasada, era sensible a los cadáveres y vio de inmediato que el -cadáver- no estaba bien.

Se estaba moviendo.

El cuerpo que debería haber perdido sus funciones corporales se retorcía poco a poco como si recobrara la vida. Primero los dedos, luego las muñecas, después el pecho y los muslos, moviéndose realmente despacio con una amplitud casi imperceptible.

Los ojos de Qin Chi se entrecerraron y de repente tuvo un presentimiento ominoso en su mente.

Porque al siguiente segundo, el cuerpo sin vida en el ataúd abrió los ojos y rápidamente se sentó con movimientos ágiles. Con las muñecas rígidas, agarró la bata del sacerdote y lo arrastró fácilmente al interior del ataúd, a pesar de ser un hombre adulto dos veces más grande que ella.

No se podía ver la situación actual del sacerdote en la imagen, pero se pudo escuchar su grito desgarrador y ver la sangre y los órganos que salían volando, como si hubiera sido despedazado vivo dentro del ataúd.

Los demás en la iglesia estaban aturdidos. Solo después de que el grito del sacerdote cesó, estallaron en un grito agudo y cada vez más alto, tratando de huir de ese lugar extraño y tenebroso.

Al final del video, aparecía de nuevo la figura de la mujer, con un pie saliendo del ataúd, su rostro cubierto de sangre, con la boca torcida hasta las orejas, mostrando dientes afilados y puntiagudos.