Pequeño lobo arrepentido.

73. Yendo al centro de la ciudad.

Wei Zhinan había estado encogido en el asiento del conductor, punzando el volante. Su apariencia de ser débil y cobarde como un ratón hizo que Lao Yuan y Wen Jia no pudieran soportarlo.

Solo Qin Chi sabía que la apariencia sumisa y humilde de Wei Zhi Nan era solo una fachada que mejor calmaba a las personas. En realidad, él era muy ambicioso y astuto, y una vez que tuviera la oportunidad, estaría dispuesto a subir sin importar el costo, incluso si eso significaba matar a unas cuántas personas.

Sin embargo, era una lástima que tener ambiciones no coincidiera con la habilidad y poder para respaldar dichas ambiciones. No importa cuán astuto fuera, si carecía de la fuerza necesaria, todo su ingenio sería en vano.

Después de que Hermano leopardo (Bao Ge) contara el número de personas, se subió al Land Rover delantero y llamó a todos a través de la radio.

Zhang Zhi estaba parado frente a la puerta de la villa, mirando a Qin Chi a través de la ventana del auto. Qin Chi le hizo un gesto con la mano y él respondió con una sonrisa, articulando un "ten cuidado" con los labios.

Después de que todo estuvo listo, los tres autos se dirigieron juntos hacia el distrito de Gingko.

Mirando cómo los autos desaparecían en la distancia, Mu Zi se apoyó en el hombro de Zhang Zhi. "Zhi Ge, volvamos. El sol saldrá pronto".

Al mirar el cielo rojo, sin duda, hoy también sería un día en el que la gente se derretiría bajo el sol abrasador.

Zhang Zhi dijo en voz baja: "Mu Zi, ve tú primero".

"Eso no está bien. Qin Ge me dijo varias veces que tengo que quedarme a tu lado sin separarme. ¿Cómo puedo dejarte solo afuera?"

Zhang Zhi solo pudo decir: "Entonces, espérame un momento".

Después de decir eso, Zhang Zhi sacó una caja de cigarrillos y caminó hacia un joven que estaba a punto de abrir la puerta. Llamó: "Hermano Yang, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos".

El Hermano Yang se dio la vuelta, vio que era Zhang Zhi, y dejó escapar una falsa sonrisa, "Sr. Zhang, no esperaba volver a vernos. Realmente no sé si debemos decir que ustedes tienen suerte o que tenemos un destino especial".

Zhang Zhi pensó en su corazón, ¿cómo puede no haber un destino si está Zhang Leyue presente?

Le entregó la cajetilla y dijo con amabilidad: "Gracias por cuidar de nosotros en la escuela. Supongo que ha sido difícil para ti hasta ahora".

El hermano Yang miró la caja, la tomó sin pensarlo y encendió un cigarrillo.

"No está mal. Muchos hermanos murieron, pero tengo una vida dura, aún así logré sobrevivir hasta ahora".

Fumando un cigarrillo, el Hermano Yang entrecerró los ojos.

Desde que todo se volvió caótico, era difícil encontrar un cigarrillo tan bueno como este. Incluso si lo encontrara, primero lo disfrutarían Hu Ge y Bao Ge, y lo que quedara se utilizaría como regalos para otras personas.

Ellos nunca tendrían la oportunidad de fumarlo.

Zhang Zhi miró hacia la mansión varias veces y notó que varios miembros de la familia Zhang estaban escondidos detrás de las cortinas, mirándolo.

"¿No viste a Zhao Wencong? ¿Se separó de ustedes?" preguntó Zhang Zhi.

Al mencionar ese nombre, a Yang solo le quedó una sonrisa fría. "Ese tipo está muerto. Estuviste durante el terremoto en el centro comercial, ¿verdad? Fue allí donde murió".

Zhang Zhi ya se había imaginado ese resultado.

"¿Cómo es posible? Si Zhang Leyue logró escapar, ¿por qué Zhao Wencong no pudo?"