Pequeño lobo arrepentido.

91. Suministro de agua.

Después de instalar la red eléctrica, tenían que cavar zanjas y reparar los muros. Afortunadamente, ya era de noche y el sol se había puesto, porque de lo contrario la gente podría quedar como cadáveres carbonizados si trabajaban bajo el sol abrasador.

Muzi llevaba un balde de cemento mientras pasaba junto a Zhang Zhi y se quejaba al ver al supervisor hablando con otra persona a lo lejos.

"Zhi Ge, me estoy derritiendo aquí. ¿No estás cansado?" dijo Muzi.

Zhang Zhi estaba cavando zanjas y se detuvo para secarse el sudor de la frente. "Si estás muy cansado, tómate un descanso y no seas tan honesto".

La base también tenía sus dificultades, pero trabajar en esa clima no era humano. Después de unas pocas horas, varias personas se habían desmayado por insolación. Alguien propuso descansar durante el día y trabajar por la noche cuando no hiciera tanto calor, pero la administración de la base rechazó esa solicitud argumentando que sería un desperdicio de recursos de iluminación.

Zhang Zhi levantó la cabeza y miró las nubes ardientes en el cielo, pensando que al día siguiente probablemente el clima sería más caluroso.

Finalmente, a las diez de la noche, todos los equipos terminaron su trabajo y el equipo logístico de Qiao An comenzó a repartir comida en la cafetería para cada trabajador.

El equipo de autodefensa recibió la mayor cantidad de comida, una taza de arroz y dos cucharadas de vegetales. Los vegetales eran repollo chino y repollo blanco salteados, sin aceite ni sal, cocinados como si fueran hervidos en agua, lo que hacía que no tuvieran apetito.

Lo que era aún más difícil de tragar era el hecho de que la comida tenía un sabor extraño, similar al olor de un cadáver podrido. Aunque no era muy fuerte, se podía notar si se prestaba atención.

Solo pensar que el agua utilizada para cocinar el arroz podría haber sido agua de cadáver casi hizo que Muzi vomitara los cruasanes que había comido por la mañana.

El equipo de ingenieros recibió una taza de arroz y una cucharada de repollo blanco. Muzi miró la comida en su plato y perdió completamente el apetito. Se sentó al lado de Lao Yuan y jugueteó con los granos de arroz, sin comer nada.

El equipo de logística recibía la menor cantidad de comida. El cónsul los consideraba como trastos inútiles que solo comían arroz blanco, así que solo les daban un tazón de sopa de arroz.

En realidad, los Omega también tenían muchas tareas que realizar, pero la cantidad de comida que recibían era insuficiente.

A pesar de la pequeña cantidad de comida, Qiao An estaba extremadamente agradecido. Machacó unos pocos granos de arroz en el fondo del tazón y alimentó a su hijo con la mezcla de arroz y agua con una cuchara.

Todos estaban comiendo en la cafetería, y Qiao An y Zhang Zhi estaban sentados en la misma mesa.

Muzi vio que Qiao An ni siquiera había probado la sopa de arroz y se acercó sigilosamente para decirle: "Todavía tenemos leche en el dormitorio, no necesitas alimentarlo con esto".

Qiao An se negó con rapidez. "No, eso no sería apropiado..."

"Ninguno de nosotros toma leche de fórmula, ¿a quién más se la darás si no se la das a tu hijo?" Muzi miró al bebé en sus brazos, que no lloraba ni se quejaba. "Además, míralo, es tan pequeño, ¿cómo va a estar bien con esa sopa de arroz?"

"Sí, no comas aquí. Vamos de regreso al dormitorio", dijo Zhang Zhi mientras dejaba su plato en la mesa y llevaba a Qiao An consigo.

Por la noche, en el dormitorio, Baping y Zhang Zhi cocinaron una abundante comida con agua mineral que habían llevado consigo. Después de que todos estuvieran satisfechos, se sentaron juntos en el suelo en posición de loto y comenzaron a hablar sobre lo que había sucedido durante el día.