Pequeño lobo arrepentido.

43. Emergencia.

Zhang Zhi se frotó la nariz, incapaz de seguir pensando en el niño.

Qin Chi también se apresuró a cambiar de tema: "La familia que acabamos de ver dijo que estaríamos a salvo una vez que llegáramos cerca de la puerta sur. No sé si el Sr. Yuan y los demás ya llegaron".

Zhang Zhi, de manera bastante sincronizada, evitó el tema del niño: "Ellos están más lejos de la puerta sur, supongo que llegarán más tarde que nosotros".

Mientras los dos estaban hablando, la chica en el automóvil cercano de repente gritó. Ambos se volvieron rápidamente para ver que el omega hombre que parecía estar bien momentos antes tenía los ojos nublados y abrió la boca para morder con fuerza el cuello de su hija, haciendo que la sangre salpicara y manchara las ventana del auto.

Zhang Zhi quedó sorprendido y perdió la capacidad de reaccionar ante este repentino cambio. Miró impotente cómo la niña luchaba desesperada, golpeando el rostro de su padre con sus pequeñas manitos, pero en cuestión de segundos, su padre le arrancó la piel, haciendo que su cabeza cayera hacia atrás y su pequeño cuerpo convulsionara. Con sus ojos ensangrentados, ella miró fijamente a Zhang Zhi.

El hombre en el asiento del conductor, el otro padre de la niña, finalmente volvió en sí, pero antes de que pudiera hacer algo, el hombre convertido en zombi se abalanzó sobre él y lo mordió, mientras emitía aullidos histéricos.

Qin Chi cerró rápidamente todas las ventanas del auto y gritó: "¡Zhi-ge!"

Zhang Zhi se sobresaltó y vio que el hombre convertido en zombi ya había salido del automóvil, tambaleándose y buscando su siguiente objetivo.

Las personas en los autos circundantes también presenciaron la escena, gritando desesperadamente en pánico, pero incapaces de escapar debido al intenso embotellamiento.

En la carretera nacional, los gritos, los claxons y el caos se desataron al mismo tiempo. Varios automóviles, debido a la pérdida de control de los conductores, avanzaban sin importarles nada y chocaron contra los vehículos delanteros, casi causando destrozos y muertes.

El zombi golpeaba frenéticamente la ventana de un auto cercano. Las personas dentro del auto no tenían armas y solo podían llorar y patear al zombi con los pies, casi sin ningún efecto.

La ventana del auto se rompió y parecía que la tragedia era inevitable. Qin Chi rápido cambió de asiento con Zhang Zhi, sacó una pistola de su cintura y apuntó al zombi. Con un sonido de choque, disparó una bala.

La atención de todos fue atraída por los zombis y, gracias al silenciador, nadie escuchó el disparo. Solo vieron al zombi con la cabeza inexplicablemente estallada, retrocediendo unos pasos y luego sentándose en el suelo, perdiendo por completo su capacidad de movimiento.

Qin Chi rápidamente disparó algunas balas en las cabezas de los dos cuerpos en el automóvil para evitar cualquier posibilidad de que se convirtieran en zombis.

Zhang Zhi se frotó la cara y golpeó la puerta del auto con los puños.

Todo esto sucedió tan rápido que muchas personas todavía no se daban cuenta de lo que había pasado cuando la crisis ya había terminado.

Poco después de que se calmara el caos, finalmente se despejó el tramo de carretera de adelante y las personas que habían estado atrapadas durante mucho tiempo pudieron continuar hacia la puerta sur.

Quizás debido a que habían experimentado demasiadas cosas últimamente, la gente ya no estaba en estado de pánico como al principio.

Condujeron en silencio, adormecidos, sin discutir sobre lo que había ocurrido con el zombi.