Pequeño lobo arrepentido.

100. El Arca.

Wen Jia nunca antes había perdido la compostura de esa manera. Se quedó allí, aturdido, viendo a Qin Chi realizar los primeros auxilios.

Wen Jia no podía ayudar en ese momento, y Qin Chi gritó en voz baja.

-Lao Yuan, puedes arrepentirte más tarde, ¡pero ahora necesito tu ayuda!

La situación de Zhao Fengnian no era favorable. Tenía que suturar la herida, administrar una inyección antitetánica y colgarle una bolsa debido a la pérdida excesiva de sangre. No podía hacerlo solo.

Lao Yuan reaccionó de repente y lanzó la piedra de cristal al espacio, luego se acercó para ayudar a Qin Chi en el rescate.

Después de un rato, Mu Zi finalmente recuperó la conciencia. Tan pronto como entendió lo que estaba pasando, arrastró su cuerpo pesado y se unió a Ba Ping para proteger la ventana, evitando que los zombis molestaran a Qin Chi y a los demás.

Varias horas más tarde, casi a altas horas de la noche, la cirugía simple se consideró un éxito. Qin Chi colgó la bolsa de sangre para Zhao Fengnian y pidió a Wen Jia que lo llevara en su espalda. Luego, Ba Ping ayudó a Mu Zi a ponerse de pie. Los seis lograron escapar del asedio y abandonar la escuela.

Dentro de la casa rodante, Zhang Zhi y Qiao An estaban extremadamente preocupados. Habían pasado más de diez horas desde que Qin Chi y los demás se fueron, y estaba a punto de amanecer sin que regresaran.

Zhang Zhi tomó una pistola y la colocó en su cintura, y le pidió a Qiao An que cerrara bien las puertas y ventanas del vehículo. Estaba a punto de bajarse.

-Zhi Ge, no seas impulsivo. Tal vez regresen en cualquier momento. -Aunque Qiao An también estaba preocupado, temía más que Zhang Zhi saliera solo y se encontrara con los zombis.

Zhang Zhi no dijo nada y, sin hacer caso a las palabras de Qiao An, se dirigió hacia la escuela donde estaban Qin Chi y los demás. Al ver eso, Qiao An no tuvo más remedio que poner al bebé en la cama y tomar un cuchillo en la cocina, para acompañar a Zhang Zhi.

Sin embargo, antes de que pudieran dar unos pocos pasos, Zhang Zhi vio a unas cuantas personas caminando apresuradamente por la noche, y a juzgar por sus formas, se trataba de Qin Chi y los demás.

El intenso olor a sangre atrajo a un grupo de zombis. Zhang Zhi no tuvo tiempo para hacer muchas preguntas y de inmediato ayudó a Wen Jia a subir a Zhao Fengnian al auto. Ba Ping también ayudó a Mu Zi a subir. Lao Yuan y Qin Chi, en perfecta sincronía, saltaron al interior de la cabina y se alejaron en el auto.

El gran número de zombies siguió al auto desde atrás. La oscuridad de la noche era densa y el camino rural era accidentado. Para garantizar la seguridad, Qin Chi condució muy despacio. Pronto, los zombis se subieron al auto y golpearon constantemente las ventanas con sus cabezas.

Zhao Fengnian, que estaba muy pálido, fue colocado en la cama y cubierto con una manta delgada. En ese momento, Zhang Zhi preguntó.

-¿Qué pasó?

Wen Jia se secó el sudor y no apartó la mirada de Zhao Fengnian.

-Él me protegió y fue alcanzado por un trozo de vidrio.

Zhang Zhi se apresuró a preguntar.

-¿Ya le dieron primeros auxilios?

-Sí, tranquilo.

Siempre y cuando se tomaran las siguientes medidas para prevenir la infección y descansara bien, básicamente no habría ningún problema.

Qiao An ya había traído un recipiente con agua caliente desde el baño y usó una toalla para limpiarle la cara a Zhao Fengnian.