Pequeño lobo arrepentido.

98. Zombis en la escuela.

Después de toda la mañana, Baping finalmente terminó de asar la barbacoa y llamó a Lao Yuan para que bajara a comer.

Colocaron una mesa plegable en medio del césped y colocaron sillas alrededor. Todos se sentaron alrededor de la mesa y comenzaron a comer.

Si no fuera porque tenían que salir por la tarde para luchar contra los zombis y recolectar cristales, Lao Yuan hubiera querido traer una botella de licor para beber.

Baping asó un plato de alitas de pavo y Zhang Zhi las puso en la mesa, eligiendo la más grande para Muzi.

Justo cuando se sentó, Qin Chi ya le había arrancado la carne de costilla más tierna para que se la comiera. Cuando Qiao An vio esta escena, de repente sintió una sensación de ardor en los ojos y tuvo ganas de llorar.

¿Dónde estará su esposo ahora...? Después de ir a la ciudad de Xizhao, ¿será capaz de encontrarlo con éxito?

Zhao Fengnian susurró.

-No te preocupes ni te apresures. Mira, mi esposa e hijo también están sin noticias.

Ambos tenían personas por las que estaban muy preocupados, así que tenían sentimientos similares.

Qiao An contuvo las lágrimas y tomó las alitas de pollo que Muzi le entregó, pero no pudo saborear su sabor.

Baping continuó asando la carne y comiendo a la vez. No pasó mucho tiempo antes de que Zhang Zhi, que había terminado de comer, se levantara para asar más. Aunque su habilidad no se comparaba con la de Baping, todavía lo hacía bastante bien.

-¿Quién quiere comer este filete de ternera con sal y pimienta? -Baping levantó un gran trozo de filete en el aire-. Este es nuestro último trozo de carne de res por ahora. Si quieren comer más, tendremos que recolectar más. ¿De acuerdo? ¿Quién quiere?

-¡Yo! -Lao Yuan levantó la mano y se apresuró a agarrarlo.

-Lao Yuan, ya eres mayor. Yo estoy creciendo, así que debería ser yo quien se lo coma -dijo Muzi sin mostrar debilidad mientras se abalanzaba sobre él.

Zhao Fengnian se rió a carcajadas y también se unió a la competencia por el filete de ternera.

Qin Chi ya había terminado de comer y no se molestó en competir con ellos. Tomó una botella de bebida energética y se acercó a Zhang Zhi. Wen Jia, por su parte, comía su comida con delicadeza y no se preocupaba por hablar con ellos.

Después de comer hasta saciarse, Qiao An sacó al niño para amamantarlo y sonrió mientras veía a los tres hombres jugando y peleando entre ellos.

Después de casi diez minutos de alboroto, el filete de ternera finalmente quedó en manos de Zhao Fengnian.

-Resulta que tengo la suerte de poder comer el último trozo de ternera, jajaja.

Muzi se sentó desanimado en su silla, aunque no necesariamente tenía que comerlo, sentía que perder frente a Zhao Fengnian era demasiado vergonzoso.

Zhao Fengnian abrió la boca y acercó el filete de ternera a sus labios, guiñándole un ojo a Muzi.

-¿Debería comerlo?

-Hmph. -Muzi le dio la espalda.

-¿De verdad debería comerlo? -Zhao Fengnian continuó bromeando con él.

-Si quieres comerlo, cómelo. Pareces un mono haciendo tanto alboroto.

Al ver que Muzi parecía realmente enfadado, Zhao Fengnian dejó de molestarlo y quitó el filete de ternera de la brocheta, y lo puso todo en el plato de Muzi.