Pequeño lobo arrepentido.

62. Las personas en el fin del mundo.

Qin Chi no se mostró disgustado, y el corazón preocupado de Zhang Zhi finalmente se tranquilizó.

Esta pieza clave era muy delgada, más o menos lo mismo que una llave de coche común, incluso si estuviera hecha de oro, no habría valido mucho dinero. Especialmente en aquellos tiempos, el precio del oro era muy incierto.

Sin embargo, ese era un gesto de afecto por parte de su abuelo. Si a Qin Chi no le hubiera gustado, Zhang Zhi habría estado triste.

Qin Chi guardó cuidadosamente la llave de oro y luego miró las fotos que Zhang Zhi había sacado.

En las fotos, estaba Zhang Zhi en su época de secundaria.

En aquel entonces, Zhang Zhi era joven e inexperto, no tan maduro y estable como ahora, pero tenía la energía juvenil y radiante que caracterizaba a los jóvenes. Sus rasgos faciales se parecían un poco a los de Zhang Leyue, y tenía menos encanto seductor pero más pureza.

"Zhi ge, seguramente había muchas personas que te perseguían cuando eras joven. ¿Cómo fue que te fijaste en mí?", preguntó Qin Chi mientras acariciaba suavemente los ojos y cejas del joven en la foto, sintiéndose un poco celoso.

Zhang Zhi sonrió y respondió: "¿Quién sabe?". Él se dio cuenta de sus sentimientos tarde, incluso si alguien lo hubiera perseguido, él los habría ignorado.

Qin Chi guardó la foto junto con la llave y luego se acercó a abrazar a Zhang Zhi.

"Zhi ge, es maravilloso poder estar contigo. Ojalá hubiera descubierto mis sentimientos mucho antes", dijo Qin Chi, lamentando no haberse enamorado de Zhang Zhi antes para evitar que sufriera tanto.

Zhang Zhi rodeó con su brazo la espalda de Qin Chi y apoyó su rostro en su pecho.

Los dos se abrazaron y, mientras lo hacían, Qin Chi sintió una excitación en su cuerpo. Mordió suavemente el lóbulo de la oreja de Zhang Zhi y lo empujó hacia la cama.

Zhang Zhi se sorprendió y resistió: "No, este es el... el cuarto de mi abuelo".

Pero Qin Chi no se preocupó por eso. Cuando quería algo, no se iba a privar. Porque una vez que se fueran de la casa de Zhang Zhi, y vivieran juntos en la casa rodante con los demás, las oportunidades para hacer esto serían muy escasas. Además, ¿Zhang Zhi no se mojaba rápidamente?

Pasaron toda la tarde en la habitación, enredados el uno con el otro. La feromona de cedro de Qin Chi impregnaba el aire, fuerte y densa, haciendo que el cuerpo de Zhang Zhi temblara sin poder resistirse, marcado por este hombre que ocupaba todo su ser.

Después, Qin Chi se vistió con una sensación de satisfacción, mientras Zhang Zhi, con su cuerpo lleno de marcas rojas, descansaba en la cama.

Qin Chi tomó una ligera manta y cubrió las piernas temblorosas de Zhang Zhi, acariciando su muslo con la palma de su mano.

"Zhi ge, voy a llevarle a Tang Shu un poco de Maotai. Tú descansa un poco. Te llamaré para cenar"

Zhang Zhi ni siquiera tenía fuerzas para asentir, se acurrucó en la cama y cerró los ojos mientras escuchaba las palabras reconfortantes de Qin Chi, hasta que finalmente se quedó dormido.

Qin Chi contemplaba el agotado rostro de Zhang Zhi y su corazón se llenaba de una satisfacción abrumadora, como si en cualquier momento pudiera explotar liberando todo el afecto que no tenía lugar donde depositarlo.

Una vez que Zhang Zhi se durmió, Qin Chi ajustó la temperatura del aire acondicionado y salió cerrando la puerta detrás de él.

Al bajar las escaleras, el viejo Yuan se quejó de inmediato: "¿No puedes hacer menos ruido? ¿No sabes que todos aquí estamos solteros?" La preocupación había oscurecido sus ojos.