Pequeño lobo arrepentido.

102. Nuevos inquilinos.

Mu Zi lo presionó para que se quedara acostado.

-Zhao Fengnian, ¡¿quieres morir?! ¡Todavía estás herido, no te levantes!

Zhang Zhi también se acercó para decirle a Zhao Fengnian que no se moviera.

-Despierta, Lao Zhao. Si te levantas, puedes empeorar tus heridas.

Zhao Fengnian obviamente aún no estaba completamente despierto, tenía los ojos cerrados y murmuraba constantemente.

-Mi hijo está llorando, mi hijo me está llamando para que lo salve...

Zhao Fengnian apretó los dientes y parecía muy adolorido.

-¡Lao Zhao, despierta!

Zhang Zhi sacudió suavemente los hombros de Zhao Fengnian, y viendo que estaba atrapado en una pesadilla y que no podía salir de ella, tuvo que pedirle a Mu Zi que le trajera un tranquilizante para darle una inyección y dejarlo más tranquilo.

La herida ya estaba mal cosida, si seguía moviéndose de esa manera, la herida podría abrirse y eso lo haría sufrir mucho más de lo que ya estaba sufriendo.

Después de mucho esfuerzo, lograron contener a Zhao Fengnian y Zhang Zhi sacó el botiquín para tratar sus heridas.

Mu Zi An permaneció en silencio a los pies de la cama, con la cabeza baja, ayudando a Zhang Zhi.

-De verdad ama a su hijo. -Mu Zi susurró.

-No hay padre en este mundo que no ame a su hijo -después de pensarlo un poco, Zhang Zhi sintió que su respuesta había sido demasiado absoluta, y dijo-: Al menos, la mayoría de ellos.

También abundaban los padres que solo pensaban en sí mismos y no estaban dispuestos a dar ni el más mínimo amor a sus hijos.

Mu Zi miró por la ventana y dijo.

-Mis padres definitivamente no me querían.

De lo contrario, no lo habrían abandonado.

Zhang Zhi apartó una mano y le acarició la cabeza.

-Lao Yuan te quiere, y nosotros también, ¿no es suficiente?

Mu Zi bajó la cabeza desanimado.

-Aún así, siento que tal vez no fui lo suficientemente bueno como para que mis padres me quisieran.

-Eres muy bueno, eres honesto, amable, inteligente y astuto, aunque es inevitable que también tengas pequeños defectos, eso no es motivo suficiente para ser abandonado. -Zhang Zhi cubrió la nuca de Mu Zi con la mano y apoyó su frente contra la de él-. Mu Zi, eres un niño muy bueno, si mi hijo en el futuro llega a ser como tú, yo estaré muy orgulloso de él.

-¿En serio? -La cara de Mu Zi se puso ligeramente roja.

-Claro que sí.

Todos eran personas comunes, llevaban una vida común, por lo que en esta vida no esperaban tener un gran éxito, sino convertirse en personas fuertes y amables.

Por la noche, Qin Chi y los demás regresaron uno tras otro, trayendo consigo muchos productos agrícolas.

Ba Ping llevaba un saco de batatas y papas, y con una sonrisa en el rostro, dijo.

-Lao Yuan y yo encontramos un sótano lleno de cosas buenas, probablemente almacenadas por los agricultores, como ya no regresaran por ellas, nos las trajimos todas.

Las batatas y las papas en los sacos estaban en buen estado, además había algunos vegetales y cosas por el estilo que habían sido almacenados durante mucho tiempo, serían suficientes para que comieran durante unos meses.