115. Conflicto.

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A veces, cuando pasaban por los pueblos, los soldados primero mataban a los zombis para asegurar las áreas, y luego movilizaban a los sobrevivientes a buscar suministros. Después de todo, aunque las inundaciones fueron feroces, aún había algunas cosas que se podían rescatar.

De esa manera, surgieron personas que no estaban de acuerdo y causaban conflictos.

-Ayer recogimos una gran cantidad de provisiones, pero al mediodía solo nos dieron un pedazo de pan. ¡Tengo motivos para sospechar que se están aprovechando de nosotros con la excusa del rescate!

Escuchando el ruido de afuera, Zhang Zhi y Qiao An salieron del auto y vieron que el omega embarazado de la familia Xie estaba discutiendo con el líder del ejercito.

Los alfas salieron a recolectar suministros, mientras que los omegas y los betas que se quedaron se agruparon y escucharon a ese omega arrogante discutiendo en voz alta.

La persona a cargo del equipo de rescate era una beta, quien pacientemente trataba de hablar:

-Por favor, escúchame primero. Los suministros parecen ser suficientes, pero nuestro viaje hacia el sur es demasiado largo y no podremos atravesar áreas con grupos densos de zombis cuando pasemos por la zona central de la ciudad. Por eso, ahora debemos tratar de reunir suministros en áreas donde hay pocos zombis y...

-¡No intentes engañarme, no soy tonto. No me engañarás con esas palabras! -interrumpió el omega con arrogancia, levantando su vientre-. No me interesa el plan que tengan, solo me interesa saber porqué nos dan pan y jamón todos los días, cuando hay mucha comida deliciosa en el camión. ¡Seguro que se la quedan todo para ustedes!

La mujer beta se sintió ofendida y su rostro se puso rojo.

-¡Somos un equipo seleccionado por el gobierno para rescatar a los sobrevivientes! ¡Todas nuestras acciones se basan en el bienestar de ustedes! ¡No guardamos nada para nosotros, por favor no nos acuses de esa manera!

El omega vio, que cada vez más personas se iban juntando a su alrededor, y eso lo impulsó a ser más descarado. Pensó que todos esos funcionarios públicos eran iguales, que valoraban mucho su reputación, y que él definitivamente obtendría beneficios si causaba un alboroto.

Las personas de alrededor tenían ideas similares y se unieron al grupo que atacaba a la líder, tratando de obtener beneficios de esa manera.

Qiao An, que estaba escuchando detrás de la multitud, se volteó y dijo:

-Zhi Ge, esta gente no piensa. El gobierno está invirtiendo tanto esfuerzo en rescatarnos y llevarnos a un lugar seguro sin pedir nada a cambio. ¿Cómo pueden ser tan ingratos?

-Los parientes de la familia Xie son todos unos egoístas, su principal criterio es su propio interés. No esperes que piensen en la persona de al lado -respondió Zhang Zhi, quien había tenido algún encuentro con la familia y entendía bien su mentalidad.

El alboroto continuó y después de media hora, los alfas que estaban recolectando suministros regresaron. Sólo entonces, los soldados subieron a calmar la situación, distribuyendo una cierta cantidad de pan a los grupos más vulnerables, entre ellos, el omega embarazado, los niños y los ancianos.

El omega de la familia Xie regresó contento al camión y presumió ante su gente su "acto heroico" del día.

Lao Yuan bebió agua mineral a grandes sorbos, con una expresión de fastidio en el rostro.

-¿Cómo puede ser tan sinvergüenza? Un omega que no contribuye en nada, ¿cómo se atreve a ser tan arrogante?

Zhang Zhi le contó al grupo sobre el alboroto de hoy, y todos despreciaron al omega.

Pequeño lobo arrepentido.Where stories live. Discover now