El Despertar del suplente. [BL]

Capítulo 9.

    "El martini es aún mejor". Xie Yunjie luego envió un mensaje de voz: "Me atrevo a decir que es el mejor martini de Beijing".

A la una de la mañana, Lu Lin respondió con tres palabras: "Improbable".

   Yunjie no durmió y respondió en segundos: "¡Hermano! ¡Mi querido hermano! ¡Simplemente muévelo para el viernes o el sábado! ¡Si trabajas menos durante un día, la tierra no explotará!".

  Chu Ziyu también rápidamente dijo: "Eso es todo, ¡el sábado! ¡Es el quinto aniversario de mi abandono! Si mi padre Lu no viniera, saltaría del edificio".

  Xie Yunjie, "... Maldita sea, Chu Ziyu, eres aún más increíble".

Chu Ziyu, "No puedo soportar dejar que Yu Yu haga trampa. ¡Sr. Lu!"

    Xie Yunjie, "Ugh..."

    A la mañana siguiente, a las cinco en punto, Lu Lin respondió con dos palabras: "¿A qué hora?".

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    Yan Heqing salió a trabajar por la noche y los árboles a lo largo del camino estaban atados con tiras de luz blancas y azules entrelazadas.

    Se acerca la Navidad.

    Yan Heqing todavía tomaba el metro, llevaba una gruesa bufanda negra y su rostro del tamaño de la palma de la mano estaba completamente cubierto, revelando solo un par de ojos tranquilos y sin temperatura.

    Yan Heqing tiene miedo al frío, lleva un mes usando ropa abrigada y se ha olvidado de la sensación de frío.

    Después de salir del metro, Yan Heqing de repente se desató la bufanda.

El viento helado le golpeó la cara y se precipitó hacia su cuello. Sus delicadas pestañas cayeron ligeramente, levantó las manos, las cerró y dejó escapar un profundo suspiro.

    Ha pasado medio mes.

Pensó que si hacía más frío, el embalse se congelaría y tendría que aprender a pescar en el hielo.

    En ese momento, un Maybach pasó junto a Yan Heqing en la calle.

   A medida que se acerca la Navidad, el oxígeno se anima aún más y cuando Yan Heqing llega al bar, la lista ya está llena.
 
  El gerente se acercó y le dijo: "Xiao Yan, primero prepara 3 tazas, son de la 202".

    Parecía obviamente nervioso.

    Yan Heqing bajó los ojos y miró la lista.

    Los tres eran Negronis.

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    "Realmente no entiendo por qué todos ustedes aman el Negroni." Chu Ziyu tomó un sorbo y pareció disgustado, "También podría beber jugo de naranja".

    Xie Yunjie lo ignoró y miró a Lu Lin, "¿Qué te parece? "

    La luz en la caja era tenue y la expresión de Lu Lin no se podía ver claramente, "No está mal".

    Xie Yunjie aplaudió, "¡No es fácil obtener una buena evaluación del Sr. Lu!".

    Chu Ziyu tomo un trozo de melón y lo masticé hasta que estuvo crujiente.

"Este pequeño camarero es bastante bueno. El gerente acaba de charlar conmigo y ¡solo tiene 18 años! Todavía estaba jugando en el barro a los 18".

S Xie Yunjie se quejó. "Estabas desperdiciando dinero a los 18, gracias."

    Lu Lin dejó su vaso en silencio.

"Trae otra copa".

    El gerente abrió un poco la boca, queriendo explicar pero sin atreverse.
Xie Yunjie y Chu Ziyu estaban bien, pero Lu Lin... Realmente no tuvo el coraje de decir que esto era solo una taza.