El Despertar del suplente. [BL]

Capítulo 20.

Rápidamente se envió un número desde el otro lado.

Lu Muchi echó un vistazo y supo que Yan Heqing había cambiado su número. Se enojó instantáneamente, ¡cómo se atrevía Yan Heqing! Ignóralo una y otra vez, ¡claramente dijo que esperara su llamada!.

Lu Machi puso su mano en el manillar y estaba a punto de bajarse del auto cuando llegó una llamada.

Es Lin Fengzhi.

Lu Muchi de repente se desanimó, se quedó mirando la pantalla y no respondió.

Desde la última vez que supe que a Lin Fengzhi le gustaba alguien, no lo habían vuelto a contactar.

Lu Muchi no le preguntó a Lin Fengzhi si su amada era niño o niña. No tenía sentido. De todos modos, no era él.

Tenía miedo de que a Lin Fengzhi no le agradaran los hombres, por lo que siguió fingiendo ser un hermano cariñoso para proteger a Lin Fengzhi, y planeó esperar hasta que Lin Fengzhi tuviera 20 años antes de confesarse con él, pero resultó que Lin Fengzhi cayó de amor por otra persona!.

Lu Muchi volvió a sentirse indescriptiblemente deprimido.

El teléfono quedó en silencio por un momento después de sonar.

Esta fue la primera vez que Lu Muchi no respondió la llamada de Lin Fengzhi, sostuvo su teléfono, bajó la ventana y miró la ventana de Yan Heqing.

Al segundo siguiente, las luces se atenuaron.

[¿Vas a dormir?]

Lu Muchi de repente tuvo un pensamiento extraño: se preguntó si Yan Heqing había vuelto a alimentar con pescado crudo a gatos salvajes hoy.

Lu Muchi estaba perdido en sus pensamientos y su mente volvió a la suave sonrisa entre las cejas del joven en el pasillo oscuro esa noche.

Yan Heqing nunca le había sonreído con tanta ternura.

Todavía no sabe si Yan Heqing tiene hoyuelos.

Su irritabilidad empeoró. Lu Muchi levantó la ventanilla del auto y dijo: "Vuelve a la empresa".

Al escuchar el sonido del auto abajo, Yan Heqing ni siquiera levantó los párpados. Solo quedó el corazón de la manzana. Lo arrojó a la basura y continuó estudiando el banco de preguntas.

Luego se encendieron las luces.

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En un abrir y cerrar de ojos, llegó el sábado y el anciano de repente le pidió a Yan Heqing que fuera a pescar en el hielo en un lago privado.

Yan Heqing se puso en contacto con el gerente para pedir permiso.

"Xiao Yan, no es que sea duro, no te criticaré por ser falso", murmuró Jing Jing. "Solo vienes aquí dos días a la semana y muchos clientes de la tienda solo beben el vino que mezclas. Ahora pides un día libre..."

Dudó, pero se negó a aprobarlo.

"¿Está bien ajustar el turno?", Dijo Yan Heqing, "excepto el martes de la próxima semana, puede concertar un día para que recupere el turno".

El gerente aceptó de inmediato: "Le avisaré cuando comience el turno ajustado ".

Media hora después, el anciano recogió a Yan Heqing en la dirección. Estaba esperando en la entrada de la unidad con sus cosas temprano en la mañana.

Después de poner las cosas en el maletero, el anciano estaba a punto de ceder su asiento, "Xiao Yan, ven y conduce, tomaré una siesta un rato".

Yan Heqing se rascó la cabeza, "No puedo conducir".