Capitulo 16

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Tobías algo sorprendido observó como la puerta de entrada al laboratorio de abría frente a él, haciéndole tiritar por lo bajo que se encontraba el aire acondicionado puesto en el lugar, naturalmente se trataba de una gruta demasiado extensa para poder describirla a la perfección pero para darles una aproximación de su extensión, era dos o tres veces la mansión puesta bajo tierra, con más de un millar de túneles que probablemente superarían con creces incluso la aproximación dada. El muchacho obnubilado bajo las escaleras de un pie a la vez mientras sujetaba su bracito sobre su pecho tiritando levemente pero demasiado sorprendido como para decir otra cosa. La criatura de pie ante la naturalidad de su lugar de trabajo, no supo la razón por la cual el muchacho parecía un niño en una juguetería observando los frasquitos de colores sobre los inmaculados estantes blancos. Sus pies descalzos no pudieron evitar encogerse dolorosamente cuando el frío piso de mármol hizo contacto con su piel, haciendo que el menor doblara sus pies tratando que alejarse de esa sensación que lo incomodó de sobre manera. Cuando se inclinó hacia delante para ver su reflejo no pudo evitar sonreír mientras sacudía suavemente la cabeza, inesperadamente alegre incluso sacó su lengua antes de reír, viendo sus pies sucios resaltar en aquel inmaculado lugar. La criatura quien había seguido caminando hasta llegar a una camilla en medio de la habitación simplemente se giró para observar al menor jugar con su reflejo. Golpeó suavemente la camilla para llamar su atención.

-Sí, sí, sí, los sé, el piso es graciosísimo, pero necesito que vengas- habló irónicamente mientras negaba con la cabeza, colocándose una bata blanca que al menor le resultó aún más risible "como un médico de verdad" pensó mientras comenzaba a caminar rumbo al adulto intentado ocultar su sonrisa curiosa- vamos, no tengo todo el día- el muchacho apresuró el paso pero la sangre o lo que sea que tuviese en los pies provocó que terminara resbalándose por culpa de lo liso que era el piso y el muchacho terminó cayendo de bruces al suelo, sobre su brazo herido, presionando aún más su resistencia. El sangrado de su nariz comenzó una vez más mientras el muchacho dejaba escapar un quejido suave que se convirtió sin mucho esfuerzo en un llanto ensordecedor que probablemente preocupó a los otros dos chicos que estaban de pie fuera del laboratorio donde no se le tenía permitido entrar pero como la criatura había dejado la puerta abierta por error, estaban allí de curiosos- Carajo, Tobías ¿Podrías ser más cuidadoso?- lo regañó mientras caminaba velozmente hacia el menor y lo levantaba desde el interior de sus hombros, como cualquier padre hubiera hecho al ver a uno de sus hijos herido. Se encogió de hombros cuando el menor se sujetó la muñeca herida mientras sollozaba ruidosamente- lo sé, carajo, se que duele- trató de calmarlo mientras lo estribaba contra el hueso de su cadera- shhh... entiendo si... entiendo- le susurró pasándole una mano por los cabellos para apartarlos de su rostro completamente lleno de sangre- Mírate, maldición, cualquiera que te viera así pensaría que somos unos salvajes contigo- bromeó aún peinando sus cabellos hacia atrás- ustedes dos- habló sin mirar hacia la puerta, rumbo a la enorme mesada donde lavaba los frascos luego de utilizarlos, pero que serviría para detener la hemorragia nasal que perturbaba el ánimo del menor, quien insistía en frotar su rostro- cierren la puerta y vengan aquí, no pasa nada, él está bien- no necesitó decirlo dos veces cuando los dos muchachos entraron corriendo al lugar- ¡no corran!- los regañó mientras sentaba a Tobías sobre la mesada- siéntense ahí y no toquen nada- les dijo señalando el suelo a un par de pasos de la mesa, justo en medio del lugar para poder observarlos. Parecían niños. Luego se dirigió a Tobías- quieto, demonios, deja de frotarte la cara ¿no ves que empeoras el sangrado?- el menor simplemente mantuvo su vista llorosa puesto en él mientras lo observaba trabajar, el hombre se enjuagó la mano en la canilla, limpiando con sus dedos suavemente la zona bajo la nariz- no te inclines hacia atrás o vas a tragar sangre- le recomendó a lo que el menor se limitó a cerrar suavemente sus ojos mientras saboreaba la sangre dentro de su boca- bien sujeta aquí por unos 10 minutos y ya debería parar- le dijo mientras sujetaba la mano sana del menor y la colocaba sobre esa pequeña naricita que detenía poco a poco su sangrado- eso es, ya solucionamos un problema. Cambia esa cara ¿sí? Es por toda esta sangre que se ve peor de lo que realmente es- continuó pasándole una mano por el cabello-ahora limpiamos todo y verás que se está mejor así- luego se giró hacia Masky- Ve a buscar una de esas toallas de allí ¿las ves? Bueno, ve por ellas- el nombrado se puso de pie de un salto y como un niño pequeño en pánico siguió las indicaciones del mayor, pero todo en el lugar estaba preparado para alguien del tamaño de la criatura por lo cual era un tanto más alto cada estante. Tomó una silla y se paró sobre ella para tomar una toalla y corrió nuevamente hacia el adulto- no corras, puedes caerte- el muchacho le pasó la toalla antes de ir a sentarse nuevamente al lado de Hoodie, quien tomó su mano de manera nerviosa observando como el menor movía suavemente sus pies aún sentado sobre la mesada.

MokshaWhere stories live. Discover now