Capitulo 23

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El muchacho de ojos almendrados deslizó castamente sus dedos sobre la mesa húmeda de alcohol, al tanto que una ligera sonrisa se dibujaba en aquellos hermosos labios acaramelados, dulce muchacho atontado por aquel líquido que confundía sus pensamientos con la pasividad de un ángel y el arrebato de un huracán. Un casto bostezo coronó esa imagen y aquellos ojos de brillo enceguecedor se tiñeron de un suave y ligero despertar que nuevamente se mezcló con el humo de un cigarrillo. Nina, brillante lucero, tenía sus dedos entrelazados con los suyos al tanto que abrazaba a su novia desde la cintura y dejaba escapar el humo del porro que teñía sus ojos de un desagradable color rojizo.

-Jeff- habló Hoodie mientras deslizaba el maso de cartas sobre la mesa de manera que quedasen en el centro- no hay mucho que hacer- sonrió de manera dulce acentuando aquel rubio cabello de oro que caía desordenado sobre su frente- perdiste- el nombrado levantó la mirada de las cartas que sujetaba entre sus manos, descubriendo con aquellos ojos acuarelados una realidad que poco a poco le sentaba como un balde de agua fría sobre su cabeza- no pongas esa carita, mapache- Jeff se encogió de hombros molesto.

-Tu juego es una basura- soltó el de negra cabellera antes de darle un trago más al contenido de su botella, la cerveza era su debilidad, pero al igual que Tobías, no resistía mucho una previa de tal magnitud. Ya dentro de su cabeza había un lio entre lo que decía y lo que pensaba, dejando esa calara ambigüedad de la presente confusión que lo ataba con sus hilos y de apoco lo soltaba. Una sonrisa tonta se dibujo en su rostro antes de que se mordiera los labios, chasqueando suavemente la lengua en señal de estar asimilando la información recaudada- estoy seguro de que está arreglado- ensanchó la sonrisa para ocultar que claramente al ser la primera persona en perder dentro del grupo, se encontraba molesto y ligeramente irritable- además... ¿Quién mierda pone un reto tan estúpido?- le quitó dureza a sus palabras moviendo ligeramente su mano en el aire, él había participado en la resolución del castigo a quien tuviera el desatino de perder primero, pero nunca se le había cruzado en la cabeza que efectivamente él sería el primero. Un trago amargo de cerveza templó su paladar al tanto que Tobías recostaba su cabeza sobre aquel frágil hombro, Jeff suspiró y el otro muchacho pudo percibir el aliento a alcohol frente a sus fosas nasales- ¿A quién debo besar? Esto es mu de niños ya ¿eh?- se defendió haciendo reír a Tobías.

-Habló el virgo- se burló Masky al tanto que una ligera y enternecida mirada se posaba en los otros dos, esta era la primera vez que veía a Tobías tan contento, como si realmente hubiera podido generar un lazo con otras personas además de su círculo cercano ¿Acaso estaba formando un par de nuevos amigos? Eso era raro en la situación dada, pero de todas formas no podía evitar ver la manera en la que aquellas miradas juveniles se entrecruzaban en el aire. Jeff y Tobías eran tan iguales, pero de todas formas las diferencias eran más que notorias- bien, déjame pensar un poco- sonrió antes de que Jane los interrumpiera dejando finalmente el vodka sobre la mesa, al tanto que una risa cortaba el aire.

-Que se coma al corderito- Hoodie la miro al tanto que una risa cómplice interrumpía la seriedad del momento acompañando la mirada confundida de Masky quien luego de un par de minutos lo siguió comprendiendo que la sorpresa de Tobías había pitado su rostro de un adorable atardecer ocaso, la mirada de las chicas se cruzaron al tanto que se ponían de acuerdo pues con aquella única mirada, se decían más de un millar de palabra- que sea al corderito.

-Y si mejor me como a tu novia ¿no te jode?- soltó en su defensa Jeff tratando de ocultar la vergüenza que aquello le había generado, todas las miradas estaban sobre él y eso lo aterraba, no tenía problemas con su sexualidad, pero de algo estaba seguro y era claro que no le gustaban los chicos, aterrado por una estricta educación por parte de su padre, le había gestado el miedo de probar y que a ello terminase tomándole el gusto. Se mordió los labios al ver que las risas estallaban con algo más de fuerza.

MokshaWhere stories live. Discover now