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¿Besar se sentía así?

Era como rozar una gomita suave entre tus labios, nada más.

Sin embargo, los labios de Demian no solo tenían la intención de estar solamente sobre los míos, sino de probar el interior de mi garganta.

Lo agarré de los hombros y lo empujé lejos de mi cara, pero él continuó besándome.

No era desagradable, pero por alguna extraña razón me asustaba.

- ¡Cumpliste tu cometido! —dije, cuando por fin logré apartarme de él—ya me besaste, ahora vete.

Comencé a tener un raro hormigueo en mis labios y noté que Demian me miraba fijamente con las pupilas dilatadas. Estaba asombrado y sus mejillas tenían un color rosa y acalorado.

Y sin decir una palabra, lo vi dejarme sola con mi conciencia y la mente dándome vueltas por ese momento.

Demian Say me besó. ¿Por qué no lo evité?

Sacudí la cabeza y cerré la puerta.

Me envolví entre las sábanas hasta la altura de la barbilla y obligué a mis ojos a cerrarse y olvidar el suceso de hacía unos minutos con Demian.

No obstante, no logré dormir. Así que encendí mi teléfono y dándome la tarea de escribir un nuevo capítulo, quedé totalmente dormida.

En mi sueño, estaba Clark Ravel. Curiosamente él había llegado a mi universidad solo para verme. A pesar de que se trataba solo de un sueño, traté de disfrutarlo al máximo.

-Te amo—le grité en sueños. Clark me sonrió ampliamente y me agarró de las manos, acercándose peligrosamente a mí.

-Yo también te amo—dijo con firmeza—has sido la única que me cautivó.

- ¿En serio? –exclamé y le eché los brazos encima.

-Nunca había hablado muy en serio en mi vida—me agarró la barbilla con suavidad y vi a cámara lenta como humedecía sus labios mientras se inclinaba para besarme.

Cerré los ojos por instinto, ansiosa por tocar sus labios...

- ¿Skyler?

-Sí, me llamo Skyler—balbuceé—bésame ya, Clark.

La risita tonta de mi mamá me hizo volver a la realidad bruscamente y sonrojada, me oculté entre mis sábanas.

-Por favor, dime que no hablé en sueños—supliqué.

-Querías besar a Clark Ravel, otra vez—inquirió y se encargó de quitarme las sábanas de la cabeza—levántate, o llegarás tarde.

Entorné los ojos y me senté de golpe.

-No es de mañana, ¿verdad?

-Sí—arrugó la nariz—te dormiste toda la tarde después de echar a tu amigo Demian.

El solo hecho de escuchar el nombre de Demian provocó que mi piel se erizara y el hormigueo de mis labios volviera a desesperarme.

- ¿Por qué te enfadaste con él? —preguntó como quién no quiere la cosa mientras doblaba mis sábanas. Ella ya se hallaba lista para trabajar.

Torcí el gesto, y después sonreí, procurando que mi madre no se diera cuenta de mi incomodidad y se le ocurriera continuar indagando.

-No me enfadé con él, simplemente recordé que teníamos tarea que hacer. Esa fue la razón por la que hablamos en mi habitación.

-Uhmm... no creo que ese sea el motivo, pero no me meteré en tus decisiones—alardeó—aunque mi deber de madre es aconsejarte...

-No necesito consejos ahora, mamá. Voy tarde a la universidad—le corté, yéndome al baño sin darle lugar a que continuara.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Where stories live. Discover now