Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)

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La mirada de Demian la confundió de buenas a primeras, puesto que él no esperaba escuchar esas palabras de pronto y de sopetón, y menos a las cinco y fracción de la mañana; cuando se suponía tendrían que estar dormidos.
Ella no esperaba respuesta alguna a su pregunta estúpida; pero sabía que él se la daría aunque no fuese su obligación responderle. Le dio el tiempo que necesitó hasta que lo vio cerrar los ojos y respirar hondo. Para cuando los abrió otra vez, una sonrisa hermosa adornaba sus labios.

Le apartó un mechón de cabello de la cara y dejó su mano sobre aquella suave mejilla femenina.
-Bendición divina o no-dijo por fin. Ella lo miró con fascinación-aquí estoy. ¿Quién no quedaría flechado por ti con tan solo verte? De pequeño pensaba que eras una especie de Ángel celestial y ahora mismo todavía lo creo-ensanchó su sonrisa y ella sintio el rubor recorrerle todo el cuerpo-¿por qué crees que temía a Clark? Él también terminó cautivado por ti y yo no podía soportarlo.
-Demian...
-Shh-le puso un dedo en los labios-no hables, cielo, deja que continúe-ella asintió-y bueno, por lo visto no solo Clark y yo estamos locos por ti. Hay un tercer chico que está tras de ti, pero no falta nada para que yo le frene sus sentimientos.

Skyler abrió los ojos como platos y estuvo a punto de abrir los labios en protesta, pero Demian volvió a callarla con su dedo.

-¿Crees que no es notorio que Aiden, el hijo de ese doctor también se está interesando en ti?

El rostro de la chica perdió color y sintió muchísima vergüenza. Demian era demasiado listo. Él se ponía al tanto de todo por si solo.

-Es inevitable no percatarse de la atracción de una persona hacia otra cuando es demasiado obvio-sonrió de lado y suspirando, comenzó a jugarle un mechón de cabello detrás de la oreja. Hablaba con tranquilidad, sin ninguna pizca de celos y eso la confundió.
-Si ya sabías que Aiden está interesado en mí, ¿por qué no evitaste que saliera ayer con él?-le preguntó con el entrecejo fruncido, incapaz de comprender. La tenue luz de la lámpara del buró apenas le daba chance de verle un poco la cara a Demian.
-Tal vez esto no te gustará escuchar, pero ya que mencionas ese punto en particular, te lo diré-resopló y fijó sus ojos en los de ella-te mentí. Ayer no fui a ninguna parte, solo recogí mi cheque semanal y...
-¿Y...?-le instó ella con impaciencia.
-...y te seguí. Es decir, los seguí todo el día-concluyó, apretando las mandíbulas y mirándola con incertidumbre.
-¿Qué?-añadió con voz queda.
-Perdona. No era mi intención, pero lo hice para cerciorarme de que ese rubio no era como Clark y que tu estuvieras a salvo.

El primer sentimiento que ella sintió fue rabia, pero al verle el rostro arrepentido y devastado, pero fue reemplazado por compasión. Demian sabía que si no actuaba desde el principio, ella volvería a ser estúpida y le rompería el corazón de la manera más cruel al ser tan despistada.

-Estás enojada y tienes toda la razón-le oyó decir con voz desesperada y ella negó con la cabeza-¿no lo estás?-juntó las cejas.
-Cállate y mejor bésame. No quiero discutir contigo. Aiden no me importa en lo absoluto-se acercó para besarlo, pero él se mantuvo serio.
-Pero Ravel sí.

Skyler rodó los ojos y se alejó con molestia.
De pronto se sintió incómoda estando con él en la cama.

-Es un récord, en serio-bufó, dándole la espalda.
-¿El qué?-gruñó él.
-Pelear. Antes peleabamos cuando de verdad había problemas, pero ahora parece que vamos a hacerlo incluso por nada.

Molesta, vio la hora: seis en punto de la mañana.
Echó un vistazo a la ventana y notó cierta claridad minúscula proveniente del cielo.

Entonces, sorprendiendola, las manos masculinas de su chico la tomaron de los hombros y la hicieron girar hasta quedar cara a cara con él.
Y sin vacilar, la besó.