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Su piel cálida provocó que deseara besarlo.
Sentía sus labios recorrer mi cuello con excitación, haciendo caso omiso a mis súplicas que habían sido reducidas a monosílabos estúpidos al no poder articular bien las palabras gracias a su cercanía.
Traté de empujarlo, pero agarró mis manos y dobló mis brazos detrás de mi espalda para que no me moviera.

-Lo nuestro acabó-dije con esfuerzo-ahora estoy con Clark. Por favor, déjame en paz. Puedes buscarte a una chica perfecta para ti.

Demian dejó de besar mi cuello y me miró a los ojos.

-Gracias por la oferta-le oí decir y estrechó los ojos, besandome directamente en los labios de manera rápida, dejándome helada-pero a la que quiero es a ti. Si no logré quedarme contigo siendo dulce y atento, entonces te enamoraré siendo un imbécil, así como te gusta.

Besó furiosamente mi boca, llegando al grado de lastimarme.

-A mí no me gustan los imbéciles-coloqué las manos en su pecho y lo retiré varios centímetros para verlo a la cara-¿qué te sucede? Tú no eres así. Casi me partes los labios.
-He pensado muchas las cosas y francamente me tomé la molestia de reunirme con una persona que hizo que abriera los ojos por completo-respondió con dureza. Su aliento me rozó las mejillas y contuve la respiración-también me ayudó a no sentirme mal porque amas a otro y a reunir las fuerzas necesarias para poder recuperarte de la manera más sucia.
-¿Quién es esa persona?-le exigí saber.
-Eso-dijo, pegando su nariz a mi cuello-te lo dejo de tarea.

Dejó de tocarme y para cuando volví en sí completamente, él ya se había ido.
Me hallaba yo sola en la pequeña área de limpieza con el corazón desembocado y deseosa de salir de ahí.
Salí trastabillando de ahí y me encontré a Clark buscandome con desesperación por todo el pasillo.
Cuando su mirada recayó en mí, se acercó de inmediato.
-¿Dónde estabas?-interrogó preocupado y al notar el temblor en mi cuerpo, endureció la mirada-¿Demian te hizo algo?

No contesté.

-¡Habla, por favor!-agarró mis hombros y acercó su rostro al mío.

Todos lo intentos que hizo para que le respondiera fueron en vano. Mi cabeza aún no reaccionaba ante la repentina presencia de Demian, hasta que por fin fui capaz de hablar.

-Quiero ir a casa...
-Nos vamos ahora mismo.

Llegamos cuanto antes al Jeep y lo abordamos con aire taciturno. Ninguno de los dos quería hablar al respecto y agradecí su silencio.
Necesitaba cavilar un poco más lo ocurrido.
Demian había vuelto a mi vida, pero de la manera más extraña y drástica.
No parecía ser él mismo, sino alguien más. Como si de una manera u otra, hubiese cambiado de personalidad.
Y si todo se debía a esa persona incógnita, tenía que saber de quién se trataba y exigirle que no lo molestara.
Pero, ¿quién podría ser?

Estuve pensativa todo el trayecto al departamento de Eros y cuando llegó el momento de bajar, no lo hice. Quedé observando fijamente el parabrisas sin darme cuenta que Clark llevaba varios segundos hablandome.

-¡Skyler!-alzó la voz, haciendo que yo volviera en sí-¿estás bien?
-Honestamente no. Necesito respuestas-sentencié. Cogí mi mochila y bajé del Jeep lo más rápido que pude-¡Nos vemos, Clark!

Corrí al porche del departamento, dejándolo dentro del su vehículo con perplejidad.
En esos momentos lo único que mi mente quería era indagar acerca de lo que Demian argumentó y adquirir una buena explicación al respecto.
Entré sin saludar a Eros y por el rabillo del ojo vi que salió al porche con aire confundido.
Me metí a mi habitación y entré a ducharme para estar cómoda.
Planeaba hablar con Eros al respecto, luego de hacer tarea, pero aquella conversación se adelantó.
Él entró a la recámara con todo el derecho del mundo y se situó frente a mí.
Alcé la mirada a él y fruncí el ceño, ya que no solía entrar de esa manera.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Where stories live. Discover now